jueves, 5 de diciembre de 2013

NEW YORK KNICKS. LA INCAPACIDAD DE UN TRANSATLÁNTICO PARA FLOTAR EN LAS AGUAS DEL ESTE.

Os dejo el último artículo publicado el pasado día 1 de diciembre en mi Sección "Pase Extra" de www.jordanypippen.com. Espero que os guste.



Mal han empezado las cosas para los flamantes Knicks de Nueva York en esta temporada 2013/2014, ya que tras 15 partidos de temporada regular poseen un record de 3 victorias y 12 derrotas, lo que supone un pésimo inicio para un equipo que había acabado la temporada pasada con un balance de 54 victorias y 28 derrotas. Algo a tener en cuenta, ya que no lo habían conseguido desde la temporada 1996/1997.

Tras el salto de victorias que supusieron las 54 del curso pasado y haber llegado hasta las Semifinales de Conferencia donde cayeron ante los Indiana Pacers, se esperaba que esta temporada fuese la confirmación de estos Knicks como uno de los aspirantes a colarse en la Final de una Conferencia Este dominada con mano de hierro por los Miami Heat de LeBron James.

Para ello, han asumido la marcha de ilustres veteranos como Jason Kidd, Kurt Thomas o Marcus Camby, como algo natural dentro de un proceso de renovación del equipo, al que sin embargo ha llegado talento joven desde el draft, personificado en la figura de Tim Hardaway Jr.

Para reforzar la defensa, han conseguido también a un alero físico y aguerrido como Metta World Peace, que estaba disponible tras haber sido amnistiado por los Lakers, mientras que Steve Novak y Chris Copeland, que habían tenido cierto protagonismo la campaña anterior, también han dejado el equipo de la Gran Manzana.

Pero el movimiento mas significativo de la franquicia este pasado verano ha sido la incorporación de Andrea Bargnani. Si bien el rendimiento del italiano estos años atrás no ha sido el que corresponde a todo un número 1 del draft, es indudable que es un jugador que por sus carácterísticas podría venirle muy bien a la fisonomía del equipo. En un grupo donde el gran referente es un alero como Carmelo Anthony, con una tendencia cada vez más pronunciada a jugar cerca de la zona, un 4 abierto como Bargnani podría aprovechar perfectamente ese intercambio de posiciones a que se vería sometido durante algunas fases de los partidos, ya que es indudable que el ex de los Raptors se caracteriza más por ser un tirador que no por pelearse en la pintura.

El posible quinteto de los del Madison Square Garden, no tenía mala pinta al comienzo de temporada. Con Raymond Felton como base titular, Iman Shumpert en la posición de escolta, Carmelo Anthony recuperando su original papel de alero alto, Andrea Bargnani como ala-pivot abierto y Tyson Chandler como pivot de referencia, prometían ser un equipo peligroso en ataque, con la duda de si con esos mimbres conseguirían ser sólidos en defensa. Con Prigioni para aportar su experiencia en los minutos de descanso de Felton, J.R. Smith como sexto hombre, Metta World Peace aportando un plus de defensa a la segunda unidad y esperando que los minutos de Amare Stoudemire y Kenyon Martin fueran suficientemente buenos, el pronóstico de cara a la temporada regular era bastante halagüeno.

Pero precisamente Mike Woodson, la figura que aglutinó la temporada pasada todo el talento individual del que disponía y lo transformó en un equipo, parece que en este comienzo de temporada regular se encuentra perdido en sus planteamientos.

Diferentes lesiones en hombres como Raymond Felton o Tyson Chandler, así como los partidos de sanción que debía cumplir J.R. Smith, le han obligado a tener que irse adaptando sobre la marcha y a tener que reinventar el cinco inicial en varias ocasiones. Pero aún así, no se puede negar que Woodson ha empezado con muchas dudas en la dirección del equipo.

En el partido que abría la temporada en el Madison Square Garden contra los Bucks de Milwaukee, Woodson alineó de inicio a su pareja de bases de confianza, Felton y Prigioni, usando a Shumpert como alero y haciendo que Carmelo Anthony siguiese la estela del curso anterior jugando de 4 abierto, con Chandler como único hombre verdaderamente interior ocupando la zona. Los Knicks ganaron ese primer partido.

Desde ahí, Woodson decidió que Pablo Prigioni saliera desde el banco e introdujo en el quinteto a la flamante incorporación italiana, haciendo que Carmelo volviera a su originario papel de “small forward” y dejando a Bargnani como pareja de Tyson Chandler, hasta que este último cayó lesionado en el cuarto partido de la temporada.

A partir de ese momento, Woodson parece haber entrado en una espiral de probaturas que han hecho que el equipo no haya encontrado todavía el camino a seguir. Con la lesión de Chandler, la primera solución del entrenador ha sido que Bargnani ocupara su sitio, bien jugando con dos bases, con la vuelta de Prigioni al quinteto, o bien con la vuelta a los terrenos de juego de J.R. Smith directamente como escolta titular, desplazando a Shumpert a la posición de alero y a devolviendo a Carmelo a la posición de 4 abierto.

Mientras tanto, las derrotas han ido llegando y la sensación de barco a la deriva ha ido creciendo. Aunque más que de un barco, podríamos hablar de un transatlántico, si tenemos en cuenta que los New York Knicks son el segundo equipo de la liga que mas paga en salarios tras sus vecinos de Brooklyn.

Pero como todo lo que va mal dicen que puede ir peor, tenía que llegar una inoportuna lesión de Raymond Felton para que “Coach” Woodson perdiera definitivamente el norte que no había encontrado en toda la temporada. Con su base titular fuera de combate, decidió darle esos galones al esloveno Beno Udrih. Pero además sintió la necesidad de darle un par de vueltas de tuerca a la rotación, por si aún no había sido suficiente. En ese ataque de entrenador, y obligado por la necesidad imperiosa de empezar a ganar partidos, Woodson ha vuelto a hacer una serie de ajustes que parecen los definitivos hasta el momento. J.R. Smith vuelve a salir desde el banquillo recuperando el rol de la temporada pasada y Kenyon Martin ha ocupado el sitio que había dejado Tyson Chandler, haciendo que Andrea Bargnani pase a jugar como cuatro y Carmelo vuelva a la posición de alero. Mención especial para el italiano, que sorprendentemente ha hecho mejores números de los esperados, pero es indudable que adolece de esa consistencia física de la que hace gala “Bruto” Martin en la posición de pívot.

Y toda esta ensalada de entradas y salidas en el quinteto inicial, del que a pesar de un rendimiento más que discreto nunca ha salido Iman Shumpert, ha estado salpicada con aportaciones esporádicas de un Amare Stoudemire que quiere y no puede volver a ser el de antes, con un Metta World Peace bastante desdibujado y con un Tim Hardaway Jr. mas preocupado por el momento de destacar a nivel individual que de servir realmente al equipo. Cosas de rookies...

En definitiva, un sinfín de cambios en la rotación, por unas causas o por otras, que ha llevado a los Knicks a tener un record de victorias y derrotas impensable a estas alturas de la temporada y que hace obligado replantearse seriamente el presente y el futuro de la franquicia.

Y no hay duda de que el presente se antoja bastante negro. Un equipo con la inversión de estos Knicks y con un jugador como Carmelo Anthony abanderando el proyecto, tiene que tener como objetivo luchar por el anillo. Y es evidente que eso ahora mismo es imposible. Y no sólo por el mal comienzo de temporada, que también, sino por que a nadie se le escapa que este equipo sería un juguete en manos de los grandes tiburones del Este como Miami e Indiana. Y con un recorrido hacia el título capado de antemano y los salarios desorbitados que tiene que pagar, se ha convertido en un proyecto caduco que se hundirá cada vez mas en las aguas del Este por cada minuto que pase sin que tomen la decisión de ejecutar una reconstrucción total.

Porque esa reconstrucción tiene que ser esta misma temporada si quieren tener una mínima oportunidad de volver a la élite en un plazo de tiempo medianamente corto. Y hay muchos argumentos que refuerzan la necesidad de esa inmediatez.

Uno de ellos es la fantástica camada de jugadores jóvenes que pueden estar disponibles en el próximo draft. Y por suerte o por desgracia, New York está ahora mismo en disposición de optar a alguno de esos proyectos debido al pésimo record con el que han empezado. Todo es cuestión de si están dispuestos desde la zona noble del Madison a seguir los pasos necesarios en forma de traspasos para favorecer el escenario de un presunto “tanking”...

Otro argumento de peso reside en la gigante figura de Carmelo Anthony. Con 29 años y con la posibilidad de ser agente libre el próximo verano, dudo mucho que opte por seguir en un proyecto sin rumbo y limitado en lo económico para involucrar a nuevas piezas que pudieran hacer al equipo mas competitivo. Carmelo se encuentra ante su último gran contrato por el máximo y sabe que el tiempo se le acaba. Mientras compañeros de su misma generación y estatus adornan sus manos con varios anillos, él aún no ha encontrado el sitio que le permita luchar por él de forma clara. Y los Knicks no están en disposición de ofrecérselo a corto plazo.

La decisión es dolorosa pero necesaria. Carmelo debe salir traspasado en febrero para que los Knicks consigan a cambio talento joven o rondas del próximo draft. No lo tendrán fácil, pero también puede haber equipos importantes sin margen para ficharlo como agente libre, que sin embargo estén dispuestos a un traspaso a cambio de jugadores que acaben contrato y liberen espacio salarial. No aportarían sangre joven pero siempre suele haber buenas oportunidades en el zoco de la NBA.

Y llegados a este punto, es evidente que jugadores de calidad y con salarios asumibles como los de Andrea Bargnani, J. R. Smith o Raymond Felton, no serían difíciles de colocar en el mercado. Más complicado sería el salario de Tyson Chandler, pero un “Center” de su nivel siempre es bienvenido en un “contender” y no tendría que haber mayores problemas para sacar a cambio algo interesante.

Incluso el último año de contrato de Stoudemire puede convertirse en un “expiring” mas que interesante para algún equipo en las profundidades de la clasificación que no se vea favorecido en el draft, pero sería una solución mas probable de cara a a febrero de 2015.

Es cierto, que si los New York Knicks ejecutan el proceso que lleve a la reconstrucción total, el equipo deportivamente hablando se convertirá en un solar, como vulgarmente se dice, pero quién dice que no lo es ahora mismo...

Con un poco de suerte en el draft y una buena gestión en los despachos, punto este último que nunca está asegurado cuando se trata de los Knicks, en el mítico Madison Square Garden podrían volver a ilusionarse antes de lo que parece con volver a meterse en la pomada. No olvidemos que New York, siempre ha sido un lugar muy atractivo para los agentes libres y los propietarios de la franquicia han demostrado en mas de una ocasión, que si bien en lo deportivo tienen carencias, a la hora de pagar lo hacen muy bien.

Los barcos están hechos para navegar aunque a veces queden embarrancados cerca de la orilla. Se trata de tener suerte con la tripulación y que el capitán acierte en sus decisiones durante la tormenta. El transatlántico de los Knicks sin duda llegará a buen puerto, pero necesita hacer escala para avituallarse y enrolar en su tripulación a nuevos marineros. Y que el viento les lleve...

PASE EXTRA: Lionel Hollins se encuentra sin equipo tras hacer una muy buena labor con los Memphis Grizzlies. No sé si tiene las credenciales para ser Capitán de barco pero siempre se le podría preguntar...


LOS ANGELES LAKERS. TRAS LA TEMPESTAD LLEGA LA CALMA.

Os dejo el último artículo publicado el día pasado 12 de julio en mi Sección "Pase Extra" de www.jordanypippen.com http://jordanypippen.com/index.php/masbasket/pase-extra/item/2045-los-%C3%A1ngeles-lakers-tras-la-tempestad-llega-la-calma . Espero que os guste.
 

En plena vorágine de firmas y confirmaciones de traspasos, el ruido provocado por la marcha de Dwight Howard a los Houston Rockets se va apagando conforme van pasando los días.

El gran pívot voló, dejando huérfana la zona de los glamurosos Lakers, o al menos, eso parece por el momento.

El famoso equipo de Los Angeles, se encontraba en una difícil encrucijada: renovar por muchísimo dinero (demasiado) a alguien, que como dijo hace poco Steve Kerr, es un All-Star, un gran jugador, pero no puede ser considerado como una superestrella, o bien, dejar escapar sin hacer siquiera una oferta al considerado actualmente como mejor pívot de la competición (gracias a la mala cabeza de un tal Andrew Bynum...).

Los Lakers hicieron lo correcto, al menos, de cara a la galería. Ofrecieron el máximo contrato posible al jugador y se pusieron a la espera.

Una espera, con muchísima repercusión mediática, en la que si bien la organización se ha volcado a nivel publicitario para convencer al jugador (hecho incluso reseñado por su compañero Pau Gasol), no parece haber calado en el ánimo de Howard, con el desenlace ya sabido por todos.

En este proceso de cortejo, donde todas las franquicias sacan la artillería pesada para convencer al jugador, ayudándose de viejas glorias, videoconferencias, dádivas y otras menudeces, también los angelinos se ayudaron de su gran capitán. Kobe Bryant a la cabeza, cumplió con su papel de líder intentando convencer al bueno de Dwight para que siguiera en el equipo, aunque no sé si su verdadera intención era esa o la contraria.

La interpretación de sus mensajes, inevitablemente subjetiva, ha acabado creándome una impresión personal formada tras leer algunas de las declaraciones con las que Kobe Bryant “intentaba” convencer a Howard para que siguiera en el equipo. Y es que durante estos días, el escolta y líder de los Lakers ha manifestado su deseo y convicción de seguir compitiendo al máximo nivel al menos los próximos tres años (alejando los fantasmas de la retirada) y se ha ofrecido públicamente a “enseñar” a Dwight Howard a como ser un líder para estos Lakers.

Desde luego, y vuelve a ser una impresión personal desde la lejanía, no sé si ese era el mensaje que Howard quería oir, aunque los rumores acerca de que una de las imposiciones del pívot para renovar era la amnistía de Bryant, van creciendo.

Pero Howard ya es historia en Los Angeles. Y ahora toca planificar la temporada 2013/2014 y las siguientes. Es el momento de que Mitch Kupchak se gane el sueldo... o de que lo deje de ganar definitivamente.

Y es que ahora que Phil Jackson ha vuelto a la organización como “asesor”, su sombra es mas alargada que nunca.

La plantilla que tiene ahora mismo Mike D'Antoni entre manos, no es ni de lejos una de las mejores de la liga, ni tan siquiera de la Conferencia Oeste, y menos con un Kobe Bryant imposibilitado para comenzar la temporada y con las dudas lógicas de su total recuperación.

Pero parecen dispuestos a hacer un EQUIPO en el verdadero sentido de la palabra. Ya que el físico y las lesiones están haciendo que los jugadores integrantes de los Lakers dejen de ser una referencia en la liga individualmente hablando, parece que quieren poner el énfasis en la elaboración de un grupo con buena química (vuelvo a parafrasear una declaración de Kobe) y sentido de juego colectivo.

De ahí las noticias dando por hecho la llegada de Jordan Farmar e incluso de Lamar Odom al equipo, y la nueva adquisición de Chris Kaman, un jugador interesante por tamaño y conocimiento del juego.

También está siendo muy comentada la posible amnistía de Metta World Peace. Quizás no sea el mejor momento para utilizar ese recurso, ya que es parte del núcleo del equipo y uno de los pocos jugadores (por no decir el único ahora mismo) que puede jugar en la posición de alero. Pero con el nuevo convenio mantener en el equipo al que una vez fuera conocido por Ron Artest, conllevaría un desembolso económico muy superior al rendimiento real del jugador en la pista.

Así pues, la temporada venidera se antoja difícil para los Lakers, pero con jugadores como Kobe Bryant, Pau Gasol o Steve Nash, a buen seguro que el orgullo de demostrar al mundo que estaba equivocado, puede hacer que su rendimiento final supere las expectativas creadas... si D'Antoni no lo impide.

Un posición, la del entrenador, mas comprometida aún si cabe, que la de la temporada pasada. Con el recuerdo en la memoria de la mala gestión que realizó con la plantilla anterior, se encuentra sin su principal referente interior, con su estrella impedida, con nuevos jugadores más afines a Kobe y Pau (si finalmente llegan), y con la figura de Phil Jackson planeando por el Staples Center.

Steve Nash, Kobe Bryant, Jordan Farmar, Jodie Meeks, Steve Blake (si no es traspasado), Pau Gasol, Jordan Hill, Chris Kaman... parecen buenos jugadores a los que sumar alguna pieza más, para conseguir el objetivo mínimo de esta nueva temporada: competir y sentar las bases del futuro.

Un futuro, que pasa por renovar a Kobe Bryant y Pau Gasol (no será difícil hacerlo por bastante menos dinero del que cobrarán esta temporada) y conseguir uno de los grandes agentes libres del verano que viene, entre los que están LeBron James o Carmelo Anthony como grandes atractivos.

Debido a que sólo Steve Nash llegará con contrato a la temporada siguiente, contarán además del margen suficiente para completar el equipo con varios jugadores de nivel medio que aporten esas piernas jóvenes que tanto han necesitado últimamente.

No tengo ninguna duda de que Kobe Bryant será capaz de volver a un muy alto nivel (aunque sólo sea por su orgullo). Como tampoco tengo ninguna duda, de que un jugador como Pau Gasol, motivado y sintiéndose valorado, puede ser el mejor tercer hombre dentro de un equipo campeón, aportando su IQ y su conocimiento del juego. Y tras Kobe y Pau, faltaría la incorporación de una estrella preferiblemente para la posición de alero: LeBron, Carmelo… veremos lo que nos depara la temporada 2014/2015.

De momento, Phil Jackson observa. Y tiene todo un año para descansar... y prepararse.


PASE EXTRA: Me permito el lujo de citar a Aleksandr S. Pushkin (La Hija del Capitán) para ilustrar a éstos Lakers. Con perdón.

Más vale quedarse aquí y esperar, a lo mejor se calma la tormenta y se despeja el cielo, y entonces podremos encontrar el camino por las estrellas.”.


 

sábado, 2 de febrero de 2013

RICKY RUBIO... Y LAS DIFICULTADES DE TENER QUE SER UN GENIO A TIEMPO COMPLETO

Os dejo el último artículo publicado el día 23 de enero en mi Sección "Pase Extra" de www.jordanypippen.com (http://jordanypippen.com/index.php/masbasket/pase-extra) . Espero que os guste.
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El 9 de marzo de 2.012 se nos heló un poco el corazón a todos los aficionados al baloncesto. No importaba nuestra nacionalidad, nuestra predilección por un determinado equipo, nuestra forma de entender el deporte... Todos vivíamos algo excitados por el soplo de aire fresco que había entrado en la liga con la llegada de Ricky Rubio. Y en aquel partido contra los Lakers, cuando se echó mano a la rodilla... nos dolió a todos.

Aquellas primeras horas se vivieron entre la esperanza de que la lesión no fuera muy grave y la pesadumbre de las noticias que iban llegando, que lamentablemente confirmaban las peores noticias.

Después, periódicamente, se iban conociendo las diferentes consecuencias del infortunio: no volvería a jugar durante la temporada, se perdería los Juegos Olímpicos de Londres, etc, etc. Sólo el jugador y sus seres queridos saben el sufrimiento y el esfuerzo que le habrá costado superar estos meses.

Pero dicen que no hay mal que cien años dure. Y nueve meses después llegó el momento de reaparecer como jugador en un partido contra los Mavericks, donde el único y absoluto protagonista del evento fue Ricky Rubio y su retorno a las canchas después de su grave lesión de rodilla.

Había dudas, claro. Supongo que para él y su gente, para su cuerpo técnico, para sus compañeros... pero también para los aficionados.

Y el tiempo se paró. Parecía que aquellos nueve meses no habían pasado. De repente, entre una espectacular ovación, Ricky entraba en el partido mientras se desataba en las gradas una ilusión como sólo las generan los genios.

Porqué así ve la gente a Ricky. Como a un genio. Sí, parece algo excesivo, quizás. Pero cuando hablamos de un tipo que vuelve tras nueve meses de lesión, y en sólo unos minutos consigue hacerse con el ritmo del partido, con el liderazgo de sus compañeros y con el alma de la gente, los calificativos deben acercarse a ese.

En aquel partido del 15 de diciembre de 2.012, el del retorno tras su convalecencia, estuvo especialmente lúcido. No sólo hizo lo que mejor sabe hacer, repartiendo 9 asistencias en tan sólo 18 minutos de juego, sino que muchas de ellas levantaron a la gente de sus asientos, generando de nuevo una ilusión contagiosa en los aficionados.

Y no sólo en ellos. Desde ese momento, la maquinaria mediática de la NBA volvía a fijarse en aquel chaval que generaba highlights en cada partido.

De nuevo, la atención era máxima. Y la exposición también.
Y esa sobreexposición que ha hecho que se convirtiera en uno de los fenómenos mediáticos de la NBA, es la misma que ahora puede cavar su propia tumba en la liga si no consigue abstraerse de ella.

Ricky ha vuelto, sí. Pero necesita un tiempo de adaptación que a nivel mediático no va a tener.

Tanto los aficionados como los medios están deseosos de volver a ver aquellas asistencias imposibles que quedaron en la retina. Asocian a Ricky con el espectáculo y con actuaciones estelares cada noche.

Pero eso es imposible, al menos de momento. No va a ser fácil. Ricky les ha acostumbrado muy mal... o demasiado bien. El problema es que justamente eso es lo que esperan de él. Y tendrá muchas dificultades por ello.

Esta misma temporada, ya ha tenido actuaciones en varios partidos que podrían calificarse de buenas, en los que ha hecho funcionar el equipo y que sin embargo han pasado desapercibidas al no haber producido ninguna jugada susceptible de ser incluida en los resúmenes nocturnos. Esos highlights que tanto le han dado, pueden acabar ahora perjudicándole.

Tampoco le está ayudando la plaga de lesiones de hombres importantes que están sufriendo los Timberwolves, lastrando enormemente el record del equipo y haciendo que los compañeros de viaje en este retorno no sean los mejores. Muchos de ellos se han encontrado con más minutos de los esperados, pero ni tienen la calidad de los ausentes ni asumen su protagonismo, con lo que la presión sobre Ricky está siendo mayor de la deseable en estos momentos.

Y eso está haciendo que se exija cada noche más de lo que debería. Se le está viendo tenso cuando la jugada no acaba desarrollándose como él imagina o cuando falla varios tiros seguidos. Incluso ha llegado a golpear el suelo en alguna ocasión tras perder un balón disputado, fruto de la impotencia y de la frustración de no poder ofrecer al aficionado su mejor versión.

Una versión mejorada que el aficionado ha interiorizado como habitual y que demanda cada noche, sin importarle las circunstancias que rodean a su jugador. Una versión que, tras un breve período de condescendencia influida por la lesión, le van a exigir que empiece a recobrar cuanto antes mejor.

El aficionado al deporte suele tener un punto de crueldad escondido, que no duda en sacar al exterior desinflando mitos y creando otros nuevos con una facilidad fagocitadora que suele llegar siempre antes de lo debido. Y Ricky, no lo olvidemos, no es más que un jugador europeo que aún debe asentarse en la liga. Aunque el impacto que ha producido en la competición le da cierto margen de maniobra y la lesión haga que se tenga algo más de paciencia con él, ésta no será ilimitada. Desde luego que no.

A pesar de ello, Ricky tiene derecho a ser en ocasiones simplemente un buen jugador. Tiene derecho a ser sólo un base que haga jugar a su equipo mejor, un base que marque el ritmo del juego, un base que esté entre los mejores pasadores de la liga. Pero ha puesto el listón muy alto y no se lo van a dejar bajar. No basta sólo con eso.

Pero necesita tiempo, sentirse cómodo y sobre todo volver a confiar en su rodilla. Hace unos días el propio Ricky hizo unas declaraciones en las que manifestaba que aún le dolía bastante, algo por otra parte, que parece ser normal en lesiones de este tipo.

Como también parece normal, que a estas alturas de la recuperación tenga tan bajo porcentaje de tiro. Desde su vuelta, está promediando un 22,9 % en tiros, porcentaje ridículo para un jugador de su posición. Esa puede ser una de las causas de que su rendimiento no esté siendo tan espectacular como se esperaba. Los rivales le flotan y cierran la defensa, haciendo mucho más difícil las penetraciones y dificultando las líneas de pase. De ahí que la mayor parte de las asistencias de Ricky esta temporada, suelen ser al hombre abierto para un tiro exterior o remontando la línea de fondo para desajustar la defensa y encontrar al hombre que entra por el centro de la zona.

Ricky no ha sido nunca un buen tirador, y ahora con su confianza minada y con la presión de querer recuperar el tiempo perdido, menos aún. Pero debe continuar tirando... y fallando si es necesario. Lo peor que podría hacer es renunciar a esa faceta del juego por inseguridad. La NBA no perdona a los cobardes.

Debe concentrarse en recobrar sensaciones, en jugar cada vez más minutos para ir perdiendo el miedo y dejar transcurrir la temporada sin intentar grandes alardes. Incluso me atrevería a decir que para Ricky sería beneficioso que los Timberwolves no entraran finalmente en Play-Offs (cosa más que probable con la baja de Kevin Love). Si lo hacen, lo harían con un equipo poco competitivo para poder luchar en la post-temporada y con la seguridad de caer en primera ronda, tras un esfuerzo tan grande como infructuoso.

Si Ricky continúa jugando hasta el mes de abril, se encontrará en verano con una situación idónea para de verdad afrontar con garantías la temporada más importante de su vida, la 2013/2014. En la época estival habrá pasado ya año y medio desde su lesión con lo que debería encontrarse, entonces sí, cerca de su plena recuperación. Vendrá de una temporada en la que tras mantener el ritmo competitivo durante cuatro meses, tendría tiempo para mejorar su tiro, aspecto que se antoja fundamental para convertirse en una amenaza y provocar los espacios que requiere su juego. Y finalmente, podría recobrar sensaciones y calibrar sus mejoras en el mes de septiembre, si decide acudir al EuroBasket de Eslovenia con la Selección.

Ricky está superando su grave lesión en los plazos establecidos por los médicos, pero ahora le queda por delante un largo camino lleno de dificultades, que si bien es diferente, no es menos difícil de lograr: Convivir con la exigencia de ser un genio a tiempo completo.

lunes, 10 de diciembre de 2012

EL PASADOR COMO LÍDER. TIEMPO DE BASES, TIEMPO DE PASES


Os dejo mi nuevo artículo publicado en la Sección "Pase Extra" de
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Estamos habituados a que las grandes figuras del deporte de la canasta suelen ser aquellos jugadores que más anotan, aquellos que acaban las temporadas con el más alto promedio de puntos por partido y que se convierten en los grandes iconos de la competición.

Suelen ser deportistas con grandes dosis de individualidad en su juego y acostumbrados a tener carta blanca para decidir en cualquier momento del partido. Para eso son las estrellas, los más reconocidos, los ejecutores. Faltaría más.

Pero en la gran mayoría de casos, este tipo de jugadores con conductas individualistas, no consiguen que su equipo, su organización en definitiva, consiga el objetivo último de ganar campeonatos. No lograrán el triunfo si no se apoyan en un grupo, en un colectivo, que tendrá más posibilidades de éxito cuanto más cohesionado y comprometido esté.

Hay muchos ejemplos a lo largo de la historia de como grandísimos profesionales han sido incapaces de ganar en sus respectivos campos hasta que no se han rodeado de un grupo de compañeros que aportaran soluciones colectivas a las dificultades que se presentaban en cada momento.

Todo grupo necesita un catalizador, un sujeto que facilite la conexión entre los diferentes elementos del conjunto. Ésto ocurre tanto en el terreno del deporte como en el mundo empresarial. Y así se está dando también, cada vez más, en el terreno de las redes sociales, donde existen verdaderos profesionales encargados de conectar personas, ideas, recursos que en definitiva repercuten positivamente en el objetivo final.

La figura que aglutina en esencia todas esas cualidades si hablamos de un deporte como el baloncesto, es sin duda el jugador que desarrolla la función de base, encargándose de marcar el ritmo del partido, de elegir en cada jugada la mejor opción, de ser en definitiva el líder en la cancha que su equipo necesita, llegando a ser una extensión del entrenador.

Y hoy en día, nadie representa mejor el papel de líder como el base pasador.

Jugadores como Steve Nash, Rajon Rondo o la irrupción durante la temporada pasada de Ricky Rubio, representan a la perfección el papel de líder desde sus funciones de pasador, facilitando el juego y haciendo mejores a sus compañeros. Consiguiendo en la práctica, que el GRUPO sea más que la suma de sus ELEMENTOS por separado.

Tanto en el caso del jugador de los Celtics como en el de Ricky, se da la circunstancia de que ninguno de los dos son grandes anotadores ni tienen especialmente buenos porcentajes de tiro, hándicaps que no evitan que sean los verdaderos responsables del éxito de sus equipos cuando están en pista, haciendo partícipes a sus compañeros y sabiendo en cada ocasión que es lo más conveniente para conseguir ventaja en el juego, acentuándose así la dimensión que adquieren dentro del grupo.

Un grupo, por poner otro ejemplo, que como en el caso actual de Los Angeles Lakers, aún disfrutando del mejor anotador de la competición, se queda huérfano al no poder contar con el liderazgo y la generación de juego que les aporta un Steve Nash, que apenas ha podido empezar la competición por caer lesionado.

En los últimos años, vemos como ha ido creciendo una tendencia en las diferentes franquicias de la NBA, habiéndose desplazado paulatinamente el papel principal que protagonizaban los grandes pívots o aleros de la competición, hacia la búsqueda de nuevas estrellas encarnadas en el papel de base, siendo habitual que jugadores como Chris Paul, Derrick Rose o Deron Williams se lleven gran parte de la atención que genera la competición.

Otros, aún en el camino de convertirse en estrellas, como John Wall, Kyrie Irving o el recién llegado Damian Lillard, soportan sobre sus espaldas la ilusión que han depositado en ellos, tanto las diferentes organizaciones que confiaron en su talento como las respectivas aficiones que reconocen en ellos la figura del líder que debe aglutinar al equipo y llevarles a cotas más altas.

Y es normal que ésto sea así.

Cada vez más, en nuestra Sociedad y en las diferentes organizaciones que la integran, se ha instaurado la idea, acertada bajo mi punto de vista, de que el modo más probable de conseguir el éxito es reforzando la idea del esfuerzo colectivo por encima del individual.

Y en el baloncesto actual, como un reflejo de la vida misma, la figura que consigue aglutinar a su equipo facilitando la conexión entre los diferentes elementos del grupo, se erige realmente como el verdadero líder para cada uno de sus compañeros, aunque no siempre los focos recaigan sobre ella.

En estos tiempos de cambios es necesario que los encargados de llevar adelante cualquier tipo de proyecto sean capaces de sacar lo mejor de cada integrante de su equipo de trabajo, y por eso ahora mismo, en el baloncesto profesional, nos encontramos ante un nuevo escenario. Es tiempo de bases. Tiempo de pases.


PASE EXTRA: Dos de los equipos emergentes de la NBA son por derecho propio los renovados Clippers y los nuevos Nets de Brooklyn. ¿Conseguirán Chris Paul y Deron Williams realizar con éxito su función catalizadora siendo al mismo tiempo el centro mediático de sus equipos? ¿O caerán bajo el influjo del individualismo?





viernes, 30 de noviembre de 2012

ADIÓS MIKE, BIENVENIDO MIKE. DE BROWN A D'ANTONI


Desde hace unos días tengo la suerte de formar parte del proyecto creado y liderado por Juan Pedro Núñez, plasmado en una fantástica web de baloncesto llamada www.jordanypippen.com, en la que tengo el privilegio de contar con una sección llamada como este blog, 'Pase Extra', en la que intentaré opinar sobre baloncesto a mi manera y que espero que encontreis interesante.

Aquí os dejo el artículo con el que he estrenado la sección. Espero que os guste.

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Antes de nada, agradecer enormemente a Juan Pedro Núñez (@23Juanpe33) la confianza que ha depositado en mí creando esta sección llamada “Pase Extra”, para que pueda compartir con vosotros mis impresiones sobre el baloncesto en general y sobre la gran variedad de temas que genera el mundo NBA en particular.

Y no se me ha ocurrido mejor comienzo para celebrar el estreno como web de www.jordanypippen.com, que analizar otro estreno que lleva ocupando las primeras planas en las últimas semanas en el universo NBA: El de Mike D'Antoni aterrizando en Los Angeles como nuevo entrenador jefe de los Lakers.

Tras la derrota en Semifinales de Conferencia de la temporada pasada, la directiva de Los Angeles Lakers mantuvo como entrenador a un discutido Mike Brown y optó por reforzar la plantilla consiguiendo la llegada de Steve Nash y sobre todo de Dwight Howard para darle un nuevo aire al equipo, que eso sí, tendría que seguir sin Andrew Bynum en su nueva andadura.

Pero no ha funcionado. Tras 4 derrotas en 5 partidos, Mike Brown ha tenido que hacer las maletas y dar paso (con un interino Bickerstaff de por medio) a un nuevo rumbo en el que el auténtico protagonista va a ser Mike D'Antoni y su run&gun.

Atractivo a priori, sin duda. Pero la gran pregunta es si el estilo de juego del entrenador italo-americano es el que mejor le va a estos Lakers actuales. Y aquí es donde se plantean varias incertidumbres. ¿Se adaptarán los jugadores al libreto de D'Antoni o será el entrenador el que se adapte a sus nuevos y talentosos jugadores? La respuesta a la ecuación debe estar en el equilibrio. Aunque parece que costará algo más de lo esperado.

Los equipos de D'Antoni intentan imprimir un ritmo muy alto de partido en todo momento, procurando tirar en la primera mitad de cada posesión. Entiende que con jugadores de primer nivel, está asegurado un mínimo de un 40 por ciento de acierto en el tiro, y con su filosofía de tiros rápidos, ese porcentaje se traduce en una anotación final en torno a los 115 puntos por partido. Si el rival quiere ganar, ha de meter más, y eso no es nada fácil.

Pero la fisonomía de estos Lakers es muy distinta a lo que D'Antoni se ha encontrado hasta ahora en sus equipos. Por un lado, tiene en su vestuario a uno de los jugadores que pasará a la historia de este deporte. Un Kobe Bryant, que ejerce de líder tanto dentro como fuera de la cancha y con una personalidad muy marcada, no siempre fácil de manejar. Por otro lado, tiene a dos de los mejores hombres grandes de la liga, que por nombre y juego requieren un protagonismo difícil de contentar con un sistema de juego como el que quiere implantar.

Pero no todo deben ser problemas. La gran baza de Mike D'Antoni en esta aventura es el poder contar con su 'alter ego' dentro de la pista. La presencia de Steve Nash debe facilitar la circulación de balón y hacer que todos sus compañeros se involucren en el juego, cosa que hasta ahora está siendo difícil, sobre todo por lo que a los hombres altos se refiere. El hecho de que el canadiense tenga unos cuantos años más de los que tenía cuando coincidieron en Phoenix, puede parecer un handicap, pero en realidad el papel de Nash en este equipo será muy diferente al que tenía en aquellos Suns. En Los Angeles no tendrá la necesidad de anotar tanto como lo hacía en Phoenix ya que esa función está bien cubierta por otros jugadores. Aquí su máxima preocupación debe ser involucrar a un Pau Gasol bastante perdido y sobre todo a un Dwight Howard, considerado el mejor pivot de la competición y el hombre más deseado durante los dos últimos años, que de momento está pasando de puntillas por su andadura angelina.

Y ésto sí puede ser un problema. El futuro a medio plazo de los Lakers se sustenta en que sean capaces de renovar a Dwight Howard en verano y basar su reconstrucción en torno a él, cuando Bryant decida su retirada o baje su rendimiento. Y ésto sólo lo van a conseguir si se cumplen dos condiciones: que sean un equipo ganador desde esta misma temporada y que Howard sea una pieza clave en el juego, permitiéndole seguir en la cresta de la ola. Y a día de hoy no parece cumplirse ninguna de las dos.

En realidad, una puede ser consecuencia de la otra. Si Dwight Howard consigue retomar su protagonismo y volver a ser una amenaza para los rivales, se crearán más espacios para los hombres de fuera haciendo que los porcentajes suban, y por tanto, que el equipo tenga más opciones de ganar partidos.

Y para que eso ocurra es básico que Steve Nash vuelva al equipo y que aparezca el juego entre pívots que se preveía cuando empezó la temporada. Tanto Nash con su visión de juego y su capacidad para encontrar a sus compañeros en buenas posiciones, como el talento de Pau Gasol en el poste para asistir, deberían hacer que Howard campara a sus anchas por la zona rival. Pero ahora mismo ni está Nash disponible, ni Gasol está jugando en el poste.

Y ese es otro de los problemas que debe resolver Mike D'Antoni. Un jugador de siete pies, con facilidad para anotar y con la capacidad de pase que tiene el español, no debe ser desaprovechado ni puede ser un problema, sino todo lo contrario. Y es el entrenador el que ha de aportar soluciones o decidir un traspaso si no se ve capaz de ello.

Un traspaso, que una vez más vuelve a estar en boca de todos y que hasta cierto punto es normal teniendo en cuenta el salario del jugador y su poco protagonismo en el equipo. Jugadores como Josh Smith y Amar'e Stoudemire ya han salido a la palestra por ser considerados mas idóneos que el español para el sistema de D'Antoni.

Pero lo que puede verse como solución puede convertirse en un gran problema. Quizás sí puedan ser jugadores que desde un primer momento se sientan más cómodos para correr y rendir en el run&gun, pero desde luego, no tienen la capacidad de pase ni la inteligencia colectiva del juego de Pau Gasol, con lo que el gran perjudicado de ese traspaso podría ser Dwight Howard, ya que aunque el equipo funcionara y ganara más partidos, sin duda, en ese ir y venir de alta velocidad por la pista, él recibiría menos balones y perdería protagonismo, poniendo en peligro su continuidad a final de temporada.

Pero un traspaso no es la única solución. Todos tenemos en mente el estilo de Mike D'Antoni con Shawn Marion y Amar'e Stoudemire jugando por dentro a un ritmo endiablado marcado por Steve Nash y hacemos inevitablemente la traslación a estos Lakers. Y es ahí donde chirría la figura de Gasol. Pero no tiene porque ser así. Primero, porque D'Antoni puede adaptar su estilo a los jugadores que tiene y segundo, porque ya otras veces ha jugado con algún matiz en sus sistemas, que nos hace ser optimistas a los que queremos que Pau sea parte de este nuevo proyecto.

Una de las mejores temporadas de Mike D'Antoni en los Suns, con un record de 61 victorias y 21 derrotas (sólo una victoria menos que su mejor temporada en Phoenix), lo consiguió en la 06/07 con un equipo donde Steve Nash, Raja Bell, Shawn Marion, Boris Diaw y Amar'e Stoudemire, asumían el rol principal.

Los Lakers actuales, si bien son diferentes a aquellos Suns, podrían llegar a conformar un equipo con una fisonomía parecida. Steve Nash repite al mando del timón haciendo que las líneas maestras no varíen demasiado. Kobe Bryant ocuparía la posición de escolta en lugar de un Raja Bell, que aunque es un jugador interesante no puede compararse a 'La Mamba Negra' en casi ninguna faceta del juego. Metta World Peace asumiría el rol de Shawn Marion como hombre fuerte jugando por fuera y Dwight Howard podría ser el interior atlético que necesitan, papel ejercido en su día por Stoudemire.

Y Gasol? Evidentemente Pau es muy distinto físicamente hablando a Boris Diaw, pero los dos tienen una característica en la que coinciden: que son buenos pasadores. Y si Diaw le sirvió a D'Antoni en aquellos Suns, sin duda ha de ser capaz de involucrar a un tipo que pasa mejor, anota más, es más alto y tiene mas peso en el equipo y en la liga que el francés.

D'Antoni no lo tiene fácil. Debe hacer funcionar en poco tiempo a un equipo en el que no cabe la derrota y en el que todos los focos estarán sobre él. Y no parece haber empezado con buenas sensaciones, tras ser segundo plato tras el fichaje fallido de Phil Jackson y la polémica del cruce de declaraciones con Pau Gasol.

De él depende que sus jugadores estén comprometidos. Debe 'convencer' y no 'vencer' a su vestuario. Sólo así conseguirá que su manido sistema sea efectivo y no tan sólo efectista. Y no debe olvidar, que siempre, la mejor apuesta es el talento.

Bienvenido a los Lakers, Mike. Y que tengas suerte, la vas a necesitar.


PASE EXTRA: A Kobe Bryant le quedan pocos años para retirarse y su único objetivo es conseguir otro anillo antes de hacerlo. Aguantará la paciencia de Kobe si Mike D'Antoni no consigue hacer un equipo ganador en poco tiempo?







sábado, 31 de marzo de 2012

EL CEMENTERIO DE LOS ELEFANTES (II)


En el mes de julio del año pasado me atreví a escribir un artículo sobre el futuro que le esperaba al Bizkaia Bilbao Basket en su andadura por la difícil competición de la Euroliga. Se acercaba más a una bonita ilusión que no a un análisis real de lo que podía suceder, teniendo en cuenta que los “Hombres de Negro” emprendían su primer viaje por un camino plagado de dificultades. Sobre todo para un club pequeño que tendría que luchar contra los grandes presupuestos del baloncesto europeo.

Incidía en la posibilidad de que Miribilla se convirtiera en un fortín donde cayeran los grandes equipos europeos y utilizaba para ello la comparación con el “Estadio Brigadier General Estanislao López”, cancha del Club Atlético Colón de Santa Fe donde cayeron derrotados una y otra vez los mejores equipos de la época, y al que por esa razón le pusieron el sobrenombre de “El Cementerio de Los Elefantes”.

Pero una vez más, la realidad ha superado la ficción. El ahora Gescrap Bizkaia ha ido superando barreras para acabar haciendo historia en la Euroliga. No sólo ha sido un rotundo éxito deportivamente hablando, sino que ha hecho que toda una afición conociera la sensación de estar dentro de un cuento de hadas. Una Cenicienta de Bilbao.

La empresa no ha sido fácil. Y los rivales tampoco. Como el tiempo diluye los detalles y al final sólo acaba quedando lo más superficial, es importante resaltar a quién han tenido que superar el equipo bilbaíno para darle un valor real a lo conseguido.

Un primer grupo en donde el Gescrap Bizkaia estaba rodeado de equipos como Olympiacos, SLUC Nancy, Bennet Cantu, Fenerbahce Ulker y Caja Laboral, dejaba la valoración fácil del morbo territorial y de la lucha desigual con uno de los grandes equipos griegos. Todo lo que no fueran luchas fratricidas o mediáticos presupuestos, parecían objetivos asequibles. Pero nada más lejos de la realidad.

Olympiacos no necesita presentación, 1 Euroliga, 9 Ligas y 8 Copas griegas lo hacen por él. Evidentemente, tampoco el Caja Laboral, al que contemplan 3 Ligas ACB, 6 Copas del Rey, 1 Euro Cup y la presencia en varias Final Four de la Euroliga.

Los otros equipos del grupo, bien por sonar añejos, bien por poco conocidos, parecían de menos envergadura. Aunque las 3 Ligas italianas, 2 Copas de Europa, 4 Recopas y otras 4 Korac del Bennet Cantu aconsejaran lo contrario. O la Copa y las 3 Ligas turcas que adornaban el palmarés del Fenerbahce Ulker. Incluso el SLUC Nancy puede presumir de 2 Ligas francesas y 1 Copa Korac.

El Gescrap Bizkaia se enfrentaba a equipos que a lo largo de su historia, todos ellos habían sido campeones al más alto nivel. Un reto nada desdeñable para un equipo que había ascendido a la ACB en la temporada 2004/2005.

Pero los cuentos suelen tener estas cosas. La Cenicienta ha sido más guerrera que nunca y la magia ha aparecido en Miribilla para convertirse en la mejor coraza posible, logrando el objetivo histórico de pasar al Top 16 de la Euroliga. Increíble... si no fuera porque a veces se cumplen los sueños.

Tocaba disfrutar, porque pensar en más allá parecía una irresponsabilidad. Esperaban el Montepaschi Siena, Unicaja y el Real Madrid, también equipos acostumbrados a ganar. Lo normal a esas alturas de la competición.

El Montepaschi Siena con sus 6 Ligas y 4 Copas italianas; Unicaja ganador de Liga, Copa y una Copa Korac, y como no, el Real Madrid con su infinidad de títulos, entre ellos 8 Copas de Europa, estaban dispuestos al asalto de Miribilla con tal de seguir adelante y colarse en cuartos de final de la competición.

Pero no contaban ni con la afición, espectacular todo el año, ni con Katsikaris, ni con el alma de un EQUIPO que ha dado el 200 por cien en cada momento. Ni con el Príncipe del cuento, un Raúl López que reservaba su momento de gloria para cuando saliera el Dragón, y así poder ofrecerle su sangre convertida en rosa a la afición de Miribilla.

Y a modo de epílogo, como un gran premio final a esta maravilla que ha sido la andadura del Gescrap Bizkaia en la Euroliga, llegaba el enfrentamiento en cuartos de final contra el equipo más poderoso del continente, el CSKA de Moscú.

No se debe utilizar el término desigual a la hora de enjuiciar el emparejamiento entre los dos equipos para no faltar a la verdad. La diferencia es abismal en presupuesto, en jugadores, en estructura... pero no en corazón. En eso no.

Tras perder los dos primeros partidos en Moscú como no podía ser de otra manera, han sido capaces de ganar el tercero en Bilbao y luchar por la victoria hasta el último segundo en el cuarto partido de la serie, obligando al gran favorito al título a dar el cien por cien para no tener que jugársela a cara o cruz en Moscú.

Miribilla ha estado a punto de obrar nuevamente el milagro, pero esta vez no ha podido ser. No sé si en Bilbao conocerán la historia de “El Cementerio de Los Elefantes”, pero lo que sí sé es que tardarán mucho tiempo en olvidar esta aventura de los “Hombres de Negro” que quedará para siempre en la memoria de los aficionados al baloncesto.


sábado, 24 de marzo de 2012

LAS CARTAS BOCA ARRIBA (I): BOSTON CELTICS


Tras haber pasado la fecha límite para realizar traspasos en la NBA y el período establecido para que los jugadores sean cortados y así poder ser incluidos por otros equipos en sus 'rosters' de cara a los play-offs, es hora de analizar como han quedado confeccionadas las plantillas y como encaran el futuro próximo, teniendo en cuenta criterios contractuales y salariales.

Después de muchos rumores y especulaciones, los movimientos realizados por las franquicias, o justo lo contrario, la ausencia de ellos, han dejado las cartas boca arriba mostrando la dirección elegida por cada una de ellas y provocando el nacimiento de esta serie de artículos que tendrán por objeto analizar algunos de los equipos más importantes de la competición.

                               BOSTON CELTICS

Tras infinidad de rumores en donde se daba por hecho la salida de alguno de los componentes del 'big three' de los Celtics o de su particular base Rajon Rondo, finalmente ninguno de ellos ha tenido que hacer las maletas por traslado de domicilio. Se había especulado mucho con la posible llegada de Rondo a Los Angeles Lakers entre otros, pero en los días previos a la fecha límite, desde la parte noble de la franquicia se insistió en que no se desprenderían de su base estrella, extremo que al final se ha confirmado.

Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett eran otros de los grandes candidatos para dejar el equipo, pero el Presidente de Operaciones Danny Ainge no ha considerado oportuno desprenderse de niguno de ellos, en un último intento de lograr el anillo con la ayuda de la vieja guardia antes de desintegrarla. Incluso en un último momento sonó con fuerza la posibilidad de dejar salir a Jermaine O'Neal  para recalar en algún otro equipo, pero tampoco llegó a cristalizar ese movimiento. 

Los Orgullosos Verdes” intentarán el asalto al título con lo puesto, o con menos que eso, ya que Jermaine O'Neal no va a recuperarse esta temporada y Chris Wilcox se ha unido a Jeff Green en la desgraciada lista de jugadores verdes con problemas de corazón. Bajas todas ellas de jugadores interiores, que han obligado a la contratación de Ryan Hollins, un 7 pies que han dejado ir en Cleveland, que si bien no será una gran solución a los problemas del equipo, al menos incrementará la rotación en la pintura ayudando a unos diezmados Celtics.

El equipo que luchará en la post-temporada se antoja corto pero muy experimentado. Todo dependerá de si son capaces de evitar las dos últimas posiciones de play-offs en la Conferencia Este para no tener que enfrentarse en primera ronda a los Chicago Bulls o a los Heat de Miami. De ser así, las vacaciones comenzarán pronto en Boston.

Rajon Rondo en la posición de base, Ray Allen como escolta, Paul Pierce de alero, Brandon Bass jugando de ala-pivot y Kevin Garnett como un liviano center, conformarán el indiscutible cinco inicial de estos Celtics en los partidos de post-temporada. 

Los hombres de rotación parecen ser poca cosa para afrontar el asalto al título.  El rápido Avery Bradley y el veterano Keyon Dooling suplirán las posiciones de Rajon Rondo y Ray Allen cuando éstos descansen, pero están muy lejos de ofrecer el nivel de los titulares.

El francés Mickael Pietrus parece gozar de la confianza de Doc Rivers y ha jugado muchos minutos en la posición de alero siendo importante en la rotación, pero tras el susto en  Philadelphia, habrá que esperar para ver si puede recuperarse completamente para la parte final de la temporada. 

El gran problema llega en las posiciones interiores. Con las bajas de Jermaine O'Neal y sobre todo de Chris Wilcox, los Celtics han perdido ese tercer hombre que pueda dar descanso con fiabilidad a la pareja que forman Brandon Bass y Kevin Garnett en la pintura. En los últimos partidos el rookie Greg Stiemsma está aportantdo bastante al equipo y está haciendo méritos para hacerse con ese rol de tercer hombre alto que tanto necesitan. Otro novato, JaJuan Johnson, parece que no tiene toda la confianza del entrenador y el impacto que puede tener en la rotación interior la reciente incorporación de Ryan Hollins es todavía una incógnita, aunque no parece que vaya a ser determinante.

Por último, jugadores como E'Twaun Moore o Sasha Pavlovic quedarán relegados a la profundidad de banquillo de no ser por alguna sorpresa en forma de lesión, siendo quizás Marquis Daniels el que podría tener una oportunidad si el francés Pietrus no se recuperara del todo satisfactoriamente.

Titulares: Rajon Rondo, Ray Allen, Paul Pierce, Brandon Bass, Kevin Garnett

Rotación: Avery Bradley, Keyon Dooling, Mickael Pietrus, Greg Stiemsma, Ryan Hollins

Banquillo: E'Twaun Moore, Marquis Daniels, Sasha Pavlovic, JaJuan Johnson

Los Celtics han optado por jugarse una última bala en su asalto al título, lo que no parece una mala opción teniendo en cuenta los contratos que tienen firmados actualmente. Podían haber realizado un traspaso para conseguir jugadores más jóvenes  de cara a potenciar la plantilla en el plano físico, pero hubiera supuesto perder experiencia para los play-offs, así que han elegido llegar al final de la temporada con lo que tenían, hacer balance y tomar decisiones con tiempo y no de forma precipitada.

De cara a la temporada que viene, se van a encontrar con mucho margen salarial, ya que varios jugadores que disfrutan de salarios altos acaban contrato, liberando más de 40 millones de dólares. Entre ellos destacan los 21'2 millones que libera Kevin Garnett, los 10 millones de Ray Allen y los 6'2 millones de Jermaine O'neal.

Junto a ellos, terminan su relación con los Celtics varios jugadores de perfil más bajo como Chris Wilcox, Keyon Dooling, Mickael Pietrus, Marquis Daniels, Sasha Pavlovic, E'Twaun Moore y el recién incorporado Ryan Hollins.

Para la temporada que viene, los Celtics tienen comprometidos contractualmente pocos jugadores, entre los que destacan Rajon Rondo y Paul Pierce, que mantienen todavía grandes salarios.

A Paul Pierce le quedan aún 2 años de contrato, a razón de 16'7 y 15'3 millones de dólares, lo que parece demasiado dinero para un jugador que tiene 34 años en la actualidad y que sin duda notará cada vez más el paso del tiempo en su rendimiento. No obstante, lo que representa “The Truth” para la franquicia y para los aficionados puede hacer que se mantenga en el equipo a poco que conserve un nivel suficientemente competitivo, sabiendo además, que las opciones de que salga mediante un traspaso son cada vez más pequeñas  para un jugador de su edad y su salario.

Rajon Rondo será el otro gran referente del equipo. Con contrato hasta 2015 y con tan sólo 26 años parece un jugador importante que sin duda debería tener cabida en la reconstrucción del equipo. El hecho de tener un carácter algo especial le ha condenado a verse involucrado en especulaciones y rumores constantes, pero es un jugador que motivado y sintiéndose importante en el equipo puede ser uno de los mejores bases de la liga. Y si además consigue mejorar sus porcentajes de tiro, podemos estar ante el jugador sobre el que recaigan gran parte de las opciones verdes en los próximos años.

El resto de jugadores que quedan en la plantilla de cara a la temporada que viene, son Brandon Bass, Avery Bradley, JaJuan Johnson y Greg Stiemsma.

Tanto Avery Bradley como JaJuan Johnson son jugadores jóvenes que tienen un salario muy bajo y que sin duda seguirán en la plantilla a la espera de que su evolución en la liga sea favorable, en particular el ala-pivot que si bien no está teniendo mucho protagonismo, puede tener un potencial interesante. No obstante, son jugadores que  pueden resultar atractivos para otros equipos y pueden verse involucrados como complementos en algún traspaso de envergadura.

Greg Stiemsma, otro jugador novato, se está ganando con toda seguridad que el equipo ejecute la 'Qualifying Offer' que tienen sobre él, ya que está demostrando que puede tener sitio en el equipo con buenas actuaciones en los últimos partidos. Si además demuestra tener carácter en la post-temporada y no paga la inexperiencia, puede que los Celtics hayan encontrado un jugador muy interesante para ser un 'undrafted'.

Y por último, la situación de Brandon Bass es la más preocupante para los Celtics. Tras el buen rendimiento de esta temporada y teniendo la posibilidad de renunciar al año de contrato que le queda en Boston a razón de 4 millones, puede que quiera explorar el mercado de agentes libres y ver la posibilidad de conseguir un contrato multianual bastante importante. Aunque si su rendimiento en play-offs es bueno, es probable que sean los propios Celtics los que le ofrezcan ese contrato y se acabe quedando en el equipo.

Hay que tener en cuenta, que tras la confirmación de la continuidad de Dwight Howard en Orlando Magic, sólo ha quedado Deron Williams como gran agente libre del próximo verano. Entendiendo que Boston tiene bien cubierta esa posición con Rajon Rondo y que no intentará el fichaje del actual base de los Nets,  los Celtics se encuentran en una situación algo paradójica, ya que tienen mucho dinero para gastar, pero el mercado no ofrece grandes jugadores en los que invertir un gran contrato.

Si habrá sin embargo, algunos jugadores que siendo agentes libres podrían llegar a ser interesantes para Boston, como Michael Beasley o Gerald Wallace (éste último si ejerce la cláusula para convertirse en 'free agent'), o jugadores interiores como Kris Humphries o Chris Kaman, que podrían hacerse un hueco en el roster del equipo.

No obstante, viendo los pocos jugadores de gran nivel que habrá en el mercado de agentes libres (y la competencia feroz que se originará), una de las mejores opciones de los Celtics pasaría por intentar convencer a Ray Allen y Kevin Garnett para que renovaran por poco dinero y acometer la contratación de algún agente libre que aporte juventud e intensidad al equipo, de forma que puedan seguir siendo competitivos a la vez que comienzan una reconstrucción lo menos traumática posible. Tanto Allen como Garnett podrían ver con buenos ojos esa propuesta, ya que les permitiría seguir jugando en un gran equipo en el que mantendrían su estatus (de momento), y en el que podrían ir asumiendo paulatinamente un rol secundario en favor de nuevos jugadores.

En definitiva, parece que los Celtics han jugado sus cartas de manera inteligente. Sin la seguridad de conseguir a cambio algo realmente bueno en el último período de traspasos, han decidido seguir con su veterana plantilla hasta el final e intentar un nuevo asalto hasta donde las fuerzas les lleven, para así afrontar un verano de 2012 con mucho dinero para gastar y con margen para poder renovar tanto a sus jugadores jóvenes como a sus viejas glorias.


* Datos contractuales y salariales extraídos de www.hoopshype.com