lunes, 10 de diciembre de 2012

EL PASADOR COMO LÍDER. TIEMPO DE BASES, TIEMPO DE PASES


Os dejo mi nuevo artículo publicado en la Sección "Pase Extra" de
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Estamos habituados a que las grandes figuras del deporte de la canasta suelen ser aquellos jugadores que más anotan, aquellos que acaban las temporadas con el más alto promedio de puntos por partido y que se convierten en los grandes iconos de la competición.

Suelen ser deportistas con grandes dosis de individualidad en su juego y acostumbrados a tener carta blanca para decidir en cualquier momento del partido. Para eso son las estrellas, los más reconocidos, los ejecutores. Faltaría más.

Pero en la gran mayoría de casos, este tipo de jugadores con conductas individualistas, no consiguen que su equipo, su organización en definitiva, consiga el objetivo último de ganar campeonatos. No lograrán el triunfo si no se apoyan en un grupo, en un colectivo, que tendrá más posibilidades de éxito cuanto más cohesionado y comprometido esté.

Hay muchos ejemplos a lo largo de la historia de como grandísimos profesionales han sido incapaces de ganar en sus respectivos campos hasta que no se han rodeado de un grupo de compañeros que aportaran soluciones colectivas a las dificultades que se presentaban en cada momento.

Todo grupo necesita un catalizador, un sujeto que facilite la conexión entre los diferentes elementos del conjunto. Ésto ocurre tanto en el terreno del deporte como en el mundo empresarial. Y así se está dando también, cada vez más, en el terreno de las redes sociales, donde existen verdaderos profesionales encargados de conectar personas, ideas, recursos que en definitiva repercuten positivamente en el objetivo final.

La figura que aglutina en esencia todas esas cualidades si hablamos de un deporte como el baloncesto, es sin duda el jugador que desarrolla la función de base, encargándose de marcar el ritmo del partido, de elegir en cada jugada la mejor opción, de ser en definitiva el líder en la cancha que su equipo necesita, llegando a ser una extensión del entrenador.

Y hoy en día, nadie representa mejor el papel de líder como el base pasador.

Jugadores como Steve Nash, Rajon Rondo o la irrupción durante la temporada pasada de Ricky Rubio, representan a la perfección el papel de líder desde sus funciones de pasador, facilitando el juego y haciendo mejores a sus compañeros. Consiguiendo en la práctica, que el GRUPO sea más que la suma de sus ELEMENTOS por separado.

Tanto en el caso del jugador de los Celtics como en el de Ricky, se da la circunstancia de que ninguno de los dos son grandes anotadores ni tienen especialmente buenos porcentajes de tiro, hándicaps que no evitan que sean los verdaderos responsables del éxito de sus equipos cuando están en pista, haciendo partícipes a sus compañeros y sabiendo en cada ocasión que es lo más conveniente para conseguir ventaja en el juego, acentuándose así la dimensión que adquieren dentro del grupo.

Un grupo, por poner otro ejemplo, que como en el caso actual de Los Angeles Lakers, aún disfrutando del mejor anotador de la competición, se queda huérfano al no poder contar con el liderazgo y la generación de juego que les aporta un Steve Nash, que apenas ha podido empezar la competición por caer lesionado.

En los últimos años, vemos como ha ido creciendo una tendencia en las diferentes franquicias de la NBA, habiéndose desplazado paulatinamente el papel principal que protagonizaban los grandes pívots o aleros de la competición, hacia la búsqueda de nuevas estrellas encarnadas en el papel de base, siendo habitual que jugadores como Chris Paul, Derrick Rose o Deron Williams se lleven gran parte de la atención que genera la competición.

Otros, aún en el camino de convertirse en estrellas, como John Wall, Kyrie Irving o el recién llegado Damian Lillard, soportan sobre sus espaldas la ilusión que han depositado en ellos, tanto las diferentes organizaciones que confiaron en su talento como las respectivas aficiones que reconocen en ellos la figura del líder que debe aglutinar al equipo y llevarles a cotas más altas.

Y es normal que ésto sea así.

Cada vez más, en nuestra Sociedad y en las diferentes organizaciones que la integran, se ha instaurado la idea, acertada bajo mi punto de vista, de que el modo más probable de conseguir el éxito es reforzando la idea del esfuerzo colectivo por encima del individual.

Y en el baloncesto actual, como un reflejo de la vida misma, la figura que consigue aglutinar a su equipo facilitando la conexión entre los diferentes elementos del grupo, se erige realmente como el verdadero líder para cada uno de sus compañeros, aunque no siempre los focos recaigan sobre ella.

En estos tiempos de cambios es necesario que los encargados de llevar adelante cualquier tipo de proyecto sean capaces de sacar lo mejor de cada integrante de su equipo de trabajo, y por eso ahora mismo, en el baloncesto profesional, nos encontramos ante un nuevo escenario. Es tiempo de bases. Tiempo de pases.


PASE EXTRA: Dos de los equipos emergentes de la NBA son por derecho propio los renovados Clippers y los nuevos Nets de Brooklyn. ¿Conseguirán Chris Paul y Deron Williams realizar con éxito su función catalizadora siendo al mismo tiempo el centro mediático de sus equipos? ¿O caerán bajo el influjo del individualismo?





viernes, 30 de noviembre de 2012

ADIÓS MIKE, BIENVENIDO MIKE. DE BROWN A D'ANTONI


Desde hace unos días tengo la suerte de formar parte del proyecto creado y liderado por Juan Pedro Núñez, plasmado en una fantástica web de baloncesto llamada www.jordanypippen.com, en la que tengo el privilegio de contar con una sección llamada como este blog, 'Pase Extra', en la que intentaré opinar sobre baloncesto a mi manera y que espero que encontreis interesante.

Aquí os dejo el artículo con el que he estrenado la sección. Espero que os guste.

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Antes de nada, agradecer enormemente a Juan Pedro Núñez (@23Juanpe33) la confianza que ha depositado en mí creando esta sección llamada “Pase Extra”, para que pueda compartir con vosotros mis impresiones sobre el baloncesto en general y sobre la gran variedad de temas que genera el mundo NBA en particular.

Y no se me ha ocurrido mejor comienzo para celebrar el estreno como web de www.jordanypippen.com, que analizar otro estreno que lleva ocupando las primeras planas en las últimas semanas en el universo NBA: El de Mike D'Antoni aterrizando en Los Angeles como nuevo entrenador jefe de los Lakers.

Tras la derrota en Semifinales de Conferencia de la temporada pasada, la directiva de Los Angeles Lakers mantuvo como entrenador a un discutido Mike Brown y optó por reforzar la plantilla consiguiendo la llegada de Steve Nash y sobre todo de Dwight Howard para darle un nuevo aire al equipo, que eso sí, tendría que seguir sin Andrew Bynum en su nueva andadura.

Pero no ha funcionado. Tras 4 derrotas en 5 partidos, Mike Brown ha tenido que hacer las maletas y dar paso (con un interino Bickerstaff de por medio) a un nuevo rumbo en el que el auténtico protagonista va a ser Mike D'Antoni y su run&gun.

Atractivo a priori, sin duda. Pero la gran pregunta es si el estilo de juego del entrenador italo-americano es el que mejor le va a estos Lakers actuales. Y aquí es donde se plantean varias incertidumbres. ¿Se adaptarán los jugadores al libreto de D'Antoni o será el entrenador el que se adapte a sus nuevos y talentosos jugadores? La respuesta a la ecuación debe estar en el equilibrio. Aunque parece que costará algo más de lo esperado.

Los equipos de D'Antoni intentan imprimir un ritmo muy alto de partido en todo momento, procurando tirar en la primera mitad de cada posesión. Entiende que con jugadores de primer nivel, está asegurado un mínimo de un 40 por ciento de acierto en el tiro, y con su filosofía de tiros rápidos, ese porcentaje se traduce en una anotación final en torno a los 115 puntos por partido. Si el rival quiere ganar, ha de meter más, y eso no es nada fácil.

Pero la fisonomía de estos Lakers es muy distinta a lo que D'Antoni se ha encontrado hasta ahora en sus equipos. Por un lado, tiene en su vestuario a uno de los jugadores que pasará a la historia de este deporte. Un Kobe Bryant, que ejerce de líder tanto dentro como fuera de la cancha y con una personalidad muy marcada, no siempre fácil de manejar. Por otro lado, tiene a dos de los mejores hombres grandes de la liga, que por nombre y juego requieren un protagonismo difícil de contentar con un sistema de juego como el que quiere implantar.

Pero no todo deben ser problemas. La gran baza de Mike D'Antoni en esta aventura es el poder contar con su 'alter ego' dentro de la pista. La presencia de Steve Nash debe facilitar la circulación de balón y hacer que todos sus compañeros se involucren en el juego, cosa que hasta ahora está siendo difícil, sobre todo por lo que a los hombres altos se refiere. El hecho de que el canadiense tenga unos cuantos años más de los que tenía cuando coincidieron en Phoenix, puede parecer un handicap, pero en realidad el papel de Nash en este equipo será muy diferente al que tenía en aquellos Suns. En Los Angeles no tendrá la necesidad de anotar tanto como lo hacía en Phoenix ya que esa función está bien cubierta por otros jugadores. Aquí su máxima preocupación debe ser involucrar a un Pau Gasol bastante perdido y sobre todo a un Dwight Howard, considerado el mejor pivot de la competición y el hombre más deseado durante los dos últimos años, que de momento está pasando de puntillas por su andadura angelina.

Y ésto sí puede ser un problema. El futuro a medio plazo de los Lakers se sustenta en que sean capaces de renovar a Dwight Howard en verano y basar su reconstrucción en torno a él, cuando Bryant decida su retirada o baje su rendimiento. Y ésto sólo lo van a conseguir si se cumplen dos condiciones: que sean un equipo ganador desde esta misma temporada y que Howard sea una pieza clave en el juego, permitiéndole seguir en la cresta de la ola. Y a día de hoy no parece cumplirse ninguna de las dos.

En realidad, una puede ser consecuencia de la otra. Si Dwight Howard consigue retomar su protagonismo y volver a ser una amenaza para los rivales, se crearán más espacios para los hombres de fuera haciendo que los porcentajes suban, y por tanto, que el equipo tenga más opciones de ganar partidos.

Y para que eso ocurra es básico que Steve Nash vuelva al equipo y que aparezca el juego entre pívots que se preveía cuando empezó la temporada. Tanto Nash con su visión de juego y su capacidad para encontrar a sus compañeros en buenas posiciones, como el talento de Pau Gasol en el poste para asistir, deberían hacer que Howard campara a sus anchas por la zona rival. Pero ahora mismo ni está Nash disponible, ni Gasol está jugando en el poste.

Y ese es otro de los problemas que debe resolver Mike D'Antoni. Un jugador de siete pies, con facilidad para anotar y con la capacidad de pase que tiene el español, no debe ser desaprovechado ni puede ser un problema, sino todo lo contrario. Y es el entrenador el que ha de aportar soluciones o decidir un traspaso si no se ve capaz de ello.

Un traspaso, que una vez más vuelve a estar en boca de todos y que hasta cierto punto es normal teniendo en cuenta el salario del jugador y su poco protagonismo en el equipo. Jugadores como Josh Smith y Amar'e Stoudemire ya han salido a la palestra por ser considerados mas idóneos que el español para el sistema de D'Antoni.

Pero lo que puede verse como solución puede convertirse en un gran problema. Quizás sí puedan ser jugadores que desde un primer momento se sientan más cómodos para correr y rendir en el run&gun, pero desde luego, no tienen la capacidad de pase ni la inteligencia colectiva del juego de Pau Gasol, con lo que el gran perjudicado de ese traspaso podría ser Dwight Howard, ya que aunque el equipo funcionara y ganara más partidos, sin duda, en ese ir y venir de alta velocidad por la pista, él recibiría menos balones y perdería protagonismo, poniendo en peligro su continuidad a final de temporada.

Pero un traspaso no es la única solución. Todos tenemos en mente el estilo de Mike D'Antoni con Shawn Marion y Amar'e Stoudemire jugando por dentro a un ritmo endiablado marcado por Steve Nash y hacemos inevitablemente la traslación a estos Lakers. Y es ahí donde chirría la figura de Gasol. Pero no tiene porque ser así. Primero, porque D'Antoni puede adaptar su estilo a los jugadores que tiene y segundo, porque ya otras veces ha jugado con algún matiz en sus sistemas, que nos hace ser optimistas a los que queremos que Pau sea parte de este nuevo proyecto.

Una de las mejores temporadas de Mike D'Antoni en los Suns, con un record de 61 victorias y 21 derrotas (sólo una victoria menos que su mejor temporada en Phoenix), lo consiguió en la 06/07 con un equipo donde Steve Nash, Raja Bell, Shawn Marion, Boris Diaw y Amar'e Stoudemire, asumían el rol principal.

Los Lakers actuales, si bien son diferentes a aquellos Suns, podrían llegar a conformar un equipo con una fisonomía parecida. Steve Nash repite al mando del timón haciendo que las líneas maestras no varíen demasiado. Kobe Bryant ocuparía la posición de escolta en lugar de un Raja Bell, que aunque es un jugador interesante no puede compararse a 'La Mamba Negra' en casi ninguna faceta del juego. Metta World Peace asumiría el rol de Shawn Marion como hombre fuerte jugando por fuera y Dwight Howard podría ser el interior atlético que necesitan, papel ejercido en su día por Stoudemire.

Y Gasol? Evidentemente Pau es muy distinto físicamente hablando a Boris Diaw, pero los dos tienen una característica en la que coinciden: que son buenos pasadores. Y si Diaw le sirvió a D'Antoni en aquellos Suns, sin duda ha de ser capaz de involucrar a un tipo que pasa mejor, anota más, es más alto y tiene mas peso en el equipo y en la liga que el francés.

D'Antoni no lo tiene fácil. Debe hacer funcionar en poco tiempo a un equipo en el que no cabe la derrota y en el que todos los focos estarán sobre él. Y no parece haber empezado con buenas sensaciones, tras ser segundo plato tras el fichaje fallido de Phil Jackson y la polémica del cruce de declaraciones con Pau Gasol.

De él depende que sus jugadores estén comprometidos. Debe 'convencer' y no 'vencer' a su vestuario. Sólo así conseguirá que su manido sistema sea efectivo y no tan sólo efectista. Y no debe olvidar, que siempre, la mejor apuesta es el talento.

Bienvenido a los Lakers, Mike. Y que tengas suerte, la vas a necesitar.


PASE EXTRA: A Kobe Bryant le quedan pocos años para retirarse y su único objetivo es conseguir otro anillo antes de hacerlo. Aguantará la paciencia de Kobe si Mike D'Antoni no consigue hacer un equipo ganador en poco tiempo?







sábado, 31 de marzo de 2012

EL CEMENTERIO DE LOS ELEFANTES (II)


En el mes de julio del año pasado me atreví a escribir un artículo sobre el futuro que le esperaba al Bizkaia Bilbao Basket en su andadura por la difícil competición de la Euroliga. Se acercaba más a una bonita ilusión que no a un análisis real de lo que podía suceder, teniendo en cuenta que los “Hombres de Negro” emprendían su primer viaje por un camino plagado de dificultades. Sobre todo para un club pequeño que tendría que luchar contra los grandes presupuestos del baloncesto europeo.

Incidía en la posibilidad de que Miribilla se convirtiera en un fortín donde cayeran los grandes equipos europeos y utilizaba para ello la comparación con el “Estadio Brigadier General Estanislao López”, cancha del Club Atlético Colón de Santa Fe donde cayeron derrotados una y otra vez los mejores equipos de la época, y al que por esa razón le pusieron el sobrenombre de “El Cementerio de Los Elefantes”.

Pero una vez más, la realidad ha superado la ficción. El ahora Gescrap Bizkaia ha ido superando barreras para acabar haciendo historia en la Euroliga. No sólo ha sido un rotundo éxito deportivamente hablando, sino que ha hecho que toda una afición conociera la sensación de estar dentro de un cuento de hadas. Una Cenicienta de Bilbao.

La empresa no ha sido fácil. Y los rivales tampoco. Como el tiempo diluye los detalles y al final sólo acaba quedando lo más superficial, es importante resaltar a quién han tenido que superar el equipo bilbaíno para darle un valor real a lo conseguido.

Un primer grupo en donde el Gescrap Bizkaia estaba rodeado de equipos como Olympiacos, SLUC Nancy, Bennet Cantu, Fenerbahce Ulker y Caja Laboral, dejaba la valoración fácil del morbo territorial y de la lucha desigual con uno de los grandes equipos griegos. Todo lo que no fueran luchas fratricidas o mediáticos presupuestos, parecían objetivos asequibles. Pero nada más lejos de la realidad.

Olympiacos no necesita presentación, 1 Euroliga, 9 Ligas y 8 Copas griegas lo hacen por él. Evidentemente, tampoco el Caja Laboral, al que contemplan 3 Ligas ACB, 6 Copas del Rey, 1 Euro Cup y la presencia en varias Final Four de la Euroliga.

Los otros equipos del grupo, bien por sonar añejos, bien por poco conocidos, parecían de menos envergadura. Aunque las 3 Ligas italianas, 2 Copas de Europa, 4 Recopas y otras 4 Korac del Bennet Cantu aconsejaran lo contrario. O la Copa y las 3 Ligas turcas que adornaban el palmarés del Fenerbahce Ulker. Incluso el SLUC Nancy puede presumir de 2 Ligas francesas y 1 Copa Korac.

El Gescrap Bizkaia se enfrentaba a equipos que a lo largo de su historia, todos ellos habían sido campeones al más alto nivel. Un reto nada desdeñable para un equipo que había ascendido a la ACB en la temporada 2004/2005.

Pero los cuentos suelen tener estas cosas. La Cenicienta ha sido más guerrera que nunca y la magia ha aparecido en Miribilla para convertirse en la mejor coraza posible, logrando el objetivo histórico de pasar al Top 16 de la Euroliga. Increíble... si no fuera porque a veces se cumplen los sueños.

Tocaba disfrutar, porque pensar en más allá parecía una irresponsabilidad. Esperaban el Montepaschi Siena, Unicaja y el Real Madrid, también equipos acostumbrados a ganar. Lo normal a esas alturas de la competición.

El Montepaschi Siena con sus 6 Ligas y 4 Copas italianas; Unicaja ganador de Liga, Copa y una Copa Korac, y como no, el Real Madrid con su infinidad de títulos, entre ellos 8 Copas de Europa, estaban dispuestos al asalto de Miribilla con tal de seguir adelante y colarse en cuartos de final de la competición.

Pero no contaban ni con la afición, espectacular todo el año, ni con Katsikaris, ni con el alma de un EQUIPO que ha dado el 200 por cien en cada momento. Ni con el Príncipe del cuento, un Raúl López que reservaba su momento de gloria para cuando saliera el Dragón, y así poder ofrecerle su sangre convertida en rosa a la afición de Miribilla.

Y a modo de epílogo, como un gran premio final a esta maravilla que ha sido la andadura del Gescrap Bizkaia en la Euroliga, llegaba el enfrentamiento en cuartos de final contra el equipo más poderoso del continente, el CSKA de Moscú.

No se debe utilizar el término desigual a la hora de enjuiciar el emparejamiento entre los dos equipos para no faltar a la verdad. La diferencia es abismal en presupuesto, en jugadores, en estructura... pero no en corazón. En eso no.

Tras perder los dos primeros partidos en Moscú como no podía ser de otra manera, han sido capaces de ganar el tercero en Bilbao y luchar por la victoria hasta el último segundo en el cuarto partido de la serie, obligando al gran favorito al título a dar el cien por cien para no tener que jugársela a cara o cruz en Moscú.

Miribilla ha estado a punto de obrar nuevamente el milagro, pero esta vez no ha podido ser. No sé si en Bilbao conocerán la historia de “El Cementerio de Los Elefantes”, pero lo que sí sé es que tardarán mucho tiempo en olvidar esta aventura de los “Hombres de Negro” que quedará para siempre en la memoria de los aficionados al baloncesto.


sábado, 24 de marzo de 2012

LAS CARTAS BOCA ARRIBA (I): BOSTON CELTICS


Tras haber pasado la fecha límite para realizar traspasos en la NBA y el período establecido para que los jugadores sean cortados y así poder ser incluidos por otros equipos en sus 'rosters' de cara a los play-offs, es hora de analizar como han quedado confeccionadas las plantillas y como encaran el futuro próximo, teniendo en cuenta criterios contractuales y salariales.

Después de muchos rumores y especulaciones, los movimientos realizados por las franquicias, o justo lo contrario, la ausencia de ellos, han dejado las cartas boca arriba mostrando la dirección elegida por cada una de ellas y provocando el nacimiento de esta serie de artículos que tendrán por objeto analizar algunos de los equipos más importantes de la competición.

                               BOSTON CELTICS

Tras infinidad de rumores en donde se daba por hecho la salida de alguno de los componentes del 'big three' de los Celtics o de su particular base Rajon Rondo, finalmente ninguno de ellos ha tenido que hacer las maletas por traslado de domicilio. Se había especulado mucho con la posible llegada de Rondo a Los Angeles Lakers entre otros, pero en los días previos a la fecha límite, desde la parte noble de la franquicia se insistió en que no se desprenderían de su base estrella, extremo que al final se ha confirmado.

Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett eran otros de los grandes candidatos para dejar el equipo, pero el Presidente de Operaciones Danny Ainge no ha considerado oportuno desprenderse de niguno de ellos, en un último intento de lograr el anillo con la ayuda de la vieja guardia antes de desintegrarla. Incluso en un último momento sonó con fuerza la posibilidad de dejar salir a Jermaine O'Neal  para recalar en algún otro equipo, pero tampoco llegó a cristalizar ese movimiento. 

Los Orgullosos Verdes” intentarán el asalto al título con lo puesto, o con menos que eso, ya que Jermaine O'Neal no va a recuperarse esta temporada y Chris Wilcox se ha unido a Jeff Green en la desgraciada lista de jugadores verdes con problemas de corazón. Bajas todas ellas de jugadores interiores, que han obligado a la contratación de Ryan Hollins, un 7 pies que han dejado ir en Cleveland, que si bien no será una gran solución a los problemas del equipo, al menos incrementará la rotación en la pintura ayudando a unos diezmados Celtics.

El equipo que luchará en la post-temporada se antoja corto pero muy experimentado. Todo dependerá de si son capaces de evitar las dos últimas posiciones de play-offs en la Conferencia Este para no tener que enfrentarse en primera ronda a los Chicago Bulls o a los Heat de Miami. De ser así, las vacaciones comenzarán pronto en Boston.

Rajon Rondo en la posición de base, Ray Allen como escolta, Paul Pierce de alero, Brandon Bass jugando de ala-pivot y Kevin Garnett como un liviano center, conformarán el indiscutible cinco inicial de estos Celtics en los partidos de post-temporada. 

Los hombres de rotación parecen ser poca cosa para afrontar el asalto al título.  El rápido Avery Bradley y el veterano Keyon Dooling suplirán las posiciones de Rajon Rondo y Ray Allen cuando éstos descansen, pero están muy lejos de ofrecer el nivel de los titulares.

El francés Mickael Pietrus parece gozar de la confianza de Doc Rivers y ha jugado muchos minutos en la posición de alero siendo importante en la rotación, pero tras el susto en  Philadelphia, habrá que esperar para ver si puede recuperarse completamente para la parte final de la temporada. 

El gran problema llega en las posiciones interiores. Con las bajas de Jermaine O'Neal y sobre todo de Chris Wilcox, los Celtics han perdido ese tercer hombre que pueda dar descanso con fiabilidad a la pareja que forman Brandon Bass y Kevin Garnett en la pintura. En los últimos partidos el rookie Greg Stiemsma está aportantdo bastante al equipo y está haciendo méritos para hacerse con ese rol de tercer hombre alto que tanto necesitan. Otro novato, JaJuan Johnson, parece que no tiene toda la confianza del entrenador y el impacto que puede tener en la rotación interior la reciente incorporación de Ryan Hollins es todavía una incógnita, aunque no parece que vaya a ser determinante.

Por último, jugadores como E'Twaun Moore o Sasha Pavlovic quedarán relegados a la profundidad de banquillo de no ser por alguna sorpresa en forma de lesión, siendo quizás Marquis Daniels el que podría tener una oportunidad si el francés Pietrus no se recuperara del todo satisfactoriamente.

Titulares: Rajon Rondo, Ray Allen, Paul Pierce, Brandon Bass, Kevin Garnett

Rotación: Avery Bradley, Keyon Dooling, Mickael Pietrus, Greg Stiemsma, Ryan Hollins

Banquillo: E'Twaun Moore, Marquis Daniels, Sasha Pavlovic, JaJuan Johnson

Los Celtics han optado por jugarse una última bala en su asalto al título, lo que no parece una mala opción teniendo en cuenta los contratos que tienen firmados actualmente. Podían haber realizado un traspaso para conseguir jugadores más jóvenes  de cara a potenciar la plantilla en el plano físico, pero hubiera supuesto perder experiencia para los play-offs, así que han elegido llegar al final de la temporada con lo que tenían, hacer balance y tomar decisiones con tiempo y no de forma precipitada.

De cara a la temporada que viene, se van a encontrar con mucho margen salarial, ya que varios jugadores que disfrutan de salarios altos acaban contrato, liberando más de 40 millones de dólares. Entre ellos destacan los 21'2 millones que libera Kevin Garnett, los 10 millones de Ray Allen y los 6'2 millones de Jermaine O'neal.

Junto a ellos, terminan su relación con los Celtics varios jugadores de perfil más bajo como Chris Wilcox, Keyon Dooling, Mickael Pietrus, Marquis Daniels, Sasha Pavlovic, E'Twaun Moore y el recién incorporado Ryan Hollins.

Para la temporada que viene, los Celtics tienen comprometidos contractualmente pocos jugadores, entre los que destacan Rajon Rondo y Paul Pierce, que mantienen todavía grandes salarios.

A Paul Pierce le quedan aún 2 años de contrato, a razón de 16'7 y 15'3 millones de dólares, lo que parece demasiado dinero para un jugador que tiene 34 años en la actualidad y que sin duda notará cada vez más el paso del tiempo en su rendimiento. No obstante, lo que representa “The Truth” para la franquicia y para los aficionados puede hacer que se mantenga en el equipo a poco que conserve un nivel suficientemente competitivo, sabiendo además, que las opciones de que salga mediante un traspaso son cada vez más pequeñas  para un jugador de su edad y su salario.

Rajon Rondo será el otro gran referente del equipo. Con contrato hasta 2015 y con tan sólo 26 años parece un jugador importante que sin duda debería tener cabida en la reconstrucción del equipo. El hecho de tener un carácter algo especial le ha condenado a verse involucrado en especulaciones y rumores constantes, pero es un jugador que motivado y sintiéndose importante en el equipo puede ser uno de los mejores bases de la liga. Y si además consigue mejorar sus porcentajes de tiro, podemos estar ante el jugador sobre el que recaigan gran parte de las opciones verdes en los próximos años.

El resto de jugadores que quedan en la plantilla de cara a la temporada que viene, son Brandon Bass, Avery Bradley, JaJuan Johnson y Greg Stiemsma.

Tanto Avery Bradley como JaJuan Johnson son jugadores jóvenes que tienen un salario muy bajo y que sin duda seguirán en la plantilla a la espera de que su evolución en la liga sea favorable, en particular el ala-pivot que si bien no está teniendo mucho protagonismo, puede tener un potencial interesante. No obstante, son jugadores que  pueden resultar atractivos para otros equipos y pueden verse involucrados como complementos en algún traspaso de envergadura.

Greg Stiemsma, otro jugador novato, se está ganando con toda seguridad que el equipo ejecute la 'Qualifying Offer' que tienen sobre él, ya que está demostrando que puede tener sitio en el equipo con buenas actuaciones en los últimos partidos. Si además demuestra tener carácter en la post-temporada y no paga la inexperiencia, puede que los Celtics hayan encontrado un jugador muy interesante para ser un 'undrafted'.

Y por último, la situación de Brandon Bass es la más preocupante para los Celtics. Tras el buen rendimiento de esta temporada y teniendo la posibilidad de renunciar al año de contrato que le queda en Boston a razón de 4 millones, puede que quiera explorar el mercado de agentes libres y ver la posibilidad de conseguir un contrato multianual bastante importante. Aunque si su rendimiento en play-offs es bueno, es probable que sean los propios Celtics los que le ofrezcan ese contrato y se acabe quedando en el equipo.

Hay que tener en cuenta, que tras la confirmación de la continuidad de Dwight Howard en Orlando Magic, sólo ha quedado Deron Williams como gran agente libre del próximo verano. Entendiendo que Boston tiene bien cubierta esa posición con Rajon Rondo y que no intentará el fichaje del actual base de los Nets,  los Celtics se encuentran en una situación algo paradójica, ya que tienen mucho dinero para gastar, pero el mercado no ofrece grandes jugadores en los que invertir un gran contrato.

Si habrá sin embargo, algunos jugadores que siendo agentes libres podrían llegar a ser interesantes para Boston, como Michael Beasley o Gerald Wallace (éste último si ejerce la cláusula para convertirse en 'free agent'), o jugadores interiores como Kris Humphries o Chris Kaman, que podrían hacerse un hueco en el roster del equipo.

No obstante, viendo los pocos jugadores de gran nivel que habrá en el mercado de agentes libres (y la competencia feroz que se originará), una de las mejores opciones de los Celtics pasaría por intentar convencer a Ray Allen y Kevin Garnett para que renovaran por poco dinero y acometer la contratación de algún agente libre que aporte juventud e intensidad al equipo, de forma que puedan seguir siendo competitivos a la vez que comienzan una reconstrucción lo menos traumática posible. Tanto Allen como Garnett podrían ver con buenos ojos esa propuesta, ya que les permitiría seguir jugando en un gran equipo en el que mantendrían su estatus (de momento), y en el que podrían ir asumiendo paulatinamente un rol secundario en favor de nuevos jugadores.

En definitiva, parece que los Celtics han jugado sus cartas de manera inteligente. Sin la seguridad de conseguir a cambio algo realmente bueno en el último período de traspasos, han decidido seguir con su veterana plantilla hasta el final e intentar un nuevo asalto hasta donde las fuerzas les lleven, para así afrontar un verano de 2012 con mucho dinero para gastar y con margen para poder renovar tanto a sus jugadores jóvenes como a sus viejas glorias.


* Datos contractuales y salariales extraídos de www.hoopshype.com