martes, 24 de mayo de 2011

CRÓNICA DE UN VIAJE

Aquí os dejo mi nuevo artículo, acerca de la progresión de Marc Gasol, que me han publicado en www.ultimatenba.com


No debe ser fácil tener 16 años y tener que cambiar tu vida porque tu hermano mayor se va a convertir en una estrella del baloncesto. Marc Gasol, un adolescente en aquel año 2001 del desembarque de Pau en la mejor liga del mundo, iba a cambiar Barcelona por Memphis, con la impresión de que su vida daba un giro mayúsculo con final incierto.

Marc ya jugaba al baloncesto en las categorías inferiores del F.C. Barcelona cuando emigró a la ciudad de Elvis, y una vez allí lo siguió haciendo en el Laussane Collegiate Institute de Memphis donde fueron testigos de que en aquel gran corpachón se escondía algo más que un montón de kilos y centímetros. Ya cuando empezaba en el Barça, muchos entrenadores destacaban la clase que atesoraba el mediano de los Gasol; sólo hacía falta que él se lo creyera. Y lo hizo.

Llevó a su Instituto de Memphis a ser el mejor equipo de la región, destacando como gran estrella entre sus compañeros y promediando 27,5 puntos, 12,5 rebotes y 5,7 tapones por partido. Pero él sabía que si seguía jugando en Memphis no progresaría lo suficiente para llegar al nivel que pretendía, para llegar a ser un gran jugador. Y tomó una difícil decisión, volver a Barcelona.

Debutar en la ACB no es fácil. Y si tienes a jugadores consagrados delante, tal como le ocurría en el Barça, es más difícil aún. Tampoco le ayudó ser hermano de quién era. Las comparaciones fueron constantes y generalmente dañinas, pero Marc no quería perder el tiempo en lamentaciones, quería seguir su camino, aunque tuviera que ir marcha atrás para coger más impulso. Las pocas oportunidades y los métodos de Dusko Ivanovic hicieron el resto.

En el verano de 2006, mientras disfrutaba de sus vacaciones, fue llamado por el seleccionador Pepu Hernández para acudir a la concentración de la Selección Española ya que Fran Vázquez se había lesionado y necesitaban un hombre alto para completar los entrenamientos. Llegó allí como invitado, con un rol totalmente secundario, simplemente para rellenar. Pero Marc entendió que era la oportunidad de su vida. Se vació en los entrenamientos y puso en bandeja al entrenador la decisión de quién iba a ser el último pivot del equipo. Aquella intensidad y aquella altura no se podían desaprovechar. El resultado final le dió la razón, campeones del mundo y con un papel destacado en la parte final del campeonato. El Akasvayu le esperaba.

En Girona, fue donde se pudo ver al verdadero Marc Gasol. Fue allí donde confirmó lo que había apuntado en el Mundial y donde encontró los minutos y la regularidad que Ivanovic le negó en el Barça. Creció como jugador y sobre todo creció en confianza. Sabía que por condiciones físicas y por fundamentos del juego debía ser dominante y se decidió a serlo. Después de superar el record de Arvydas Sabonis en la ACB siendo nominado como MVP en once jornadas de liga, fue nombrado MVP de la ligar regular y formó parte del quinteto ideal de la ACB. Estaba preparado para volver a cruzar el charco, pero esta vez sería para forjar su camino, no para acompañar a otro.

En el deporte profesional hay que tener algo de suerte y Marc la tuvo. El 1 de febrero de 2.008 sus derechos como jugador NBA que pertenecían a Los Angeles Lakers fueron traspasados a los Memphis Grizzlies en la operación que hizo llegar a su hermano al equipo de Phil Jackson. Su desembarco en la NBA era un hecho en la temporada 2008/2009.

Memphis era una gran oportunidad para Marc. El haber vivido en la ciudad durante años acompañado de su familia hizo que se sintiera como en casa y no iba a necesitar ningún tiempo de adaptación. En el equipo todos lo conocían, los directivos, los empleados de la franquicia, etc., y era el grupo ideal para empezar su aventura americana. Era conocido por la afición grizzlie y el equipo estaba en plena reconstrucción tras la marcha de su estrella. Se habría un escenario donde poder jugar muchos minutos y aprovechar la experiencia que tenía de la ACB para intentar destacar. Y así lo hizo de nuevo. En su primera temporada no sólo jugó muchos minutos, sino que además lo hizo con un nivel lo suficientemente alto para ser seleccionado para jugar con el equipo rookie en el All-Star Game.

A partir de ese momento, el camino de Marc Gasol en Memphis no ha hecho más que crecer. Tras tres temporadas en los grizzlies se ha convertido en uno de los pilares del equipo sin discusión, hasta el punto de ser uno de los capitanes del equipo, dato significativo siendo europeo y llevando poco tiempo en la franquicia. Pero es que desde el principio el mediano de los Gasol ha disfrutado de un gran ascendente entre sus compañeros. Todos le respetan y le escuchan, es uno de los líderes del vestuario y sin duda es uno de los jugadores interiores de la liga que más proyección han mostrado en los últimos tiempos.

Faltaba lo más difícil, hacer que los grizzlies dejaran atrás la dinámica perdedora que lastraba al equipo y que hacía que el FedExForum fuera uno de los estadios con menos afluencia de la NBA. Rodeado de jugadores veteranos como Zach Randolph, Tony Allen o Shane Battier, han conseguido entrar como octavos de la Conferencia Oeste y hacer historia en estos play-offs eliminando a San Antonio -el equipo con mejor record de la conferencia en temporada regular- y forzando el séptimo partido contra los emergentes Oklahoma City Thunder de Kevin Durant y Russell Westbrook. Las por fin abarrotadas gradas del FedExForum han sido testigos, tanto en primera ronda contra los spurs como en Semifinales de Conferencia contra los thunder, de la confirmación de Marc Gasol como uno de los mejores pivots puros de la competición, jugando a mejor nivel incluso que en temporada regular y ejerciendo de auténtico líder en la cancha.

El viaje ha completado su última estación. Considerado como uno de los agentes libres más cotizados de este verano, Marc se asegurará un importantísimo contrato ya sea renovando con Memphis -que tienen la posibilidad de igualar cualquier oferta-, o fichando por cualquier otro equipo que quiera reforzarse en su juego interior. Contrato que plasmará en cifras lo que ya todos saben, que ha entrado a formar parte por derecho propio en la historia del baloncesto español.

sábado, 14 de mayo de 2011

EL DESPERTAR DEL SUEÑO

Hace algo más de cuatro años, un 29 de enero de 2.007 y todavía un año antes de que se hiciera realidad el traspaso de Pau Gasol a Los Angeles Lakers, emergía en los aficionados de Memphis Grizzlies un sentimiento de rabia hacia él, tras algunas declaraciones que manifestaban el deseo del jugador de formar parte de otro equipo con más aspiraciones.

Como aficionado a la NBA y seguidor del jugador español desde sus comienzos en esa competición, sentí la necesidad de plasmar mi indignación en un artículo que sigue perdido en un pequeñito blog por la red, caído en desuso, y firmado por LOBO, mi alter ego. Esto es lo que decía:

“EL DESPERTAR DEL SUEÑO.
La conducta humana algunas veces se manifiesta en su vertiente más irracional.
El mismo individuo que hace apenas un año vibraba con la posibilidad de que un integrante del equipo de su ciudad fuera seleccionado para disputar el all-star, ahora se levanta de su asiento para silbarle y proferirle improperios indignos de un amante del deporte.
El rendimiento deportivo a nivel individual del sujeto ultrajado, sigue siendo parecido al que le hizo debutar con los mejores en el mes de febrero del pasado año, lo que no ocurre precisamente con el resto de componentes del equipo.
Y es que los motivos que dan lugar a ese visceral comportamiento de los aficionados, pueden ser muy diversos, aunque todos acaban confluyendo en un sentimiento de frustración. Frustración por ver como el único jugador capaz de haber cambiado el histórico rumbo perdedor de su equipo, quiere marcharse en busca de un proyecto deportivo que le ofrezca la posibilidad de luchar por la gloria.
Es el miedo el que atenaza las neuronas de los aficionados, evitando así su normal comportamiento. El miedo a despertar del sueño de haberse convertido en un equipo ganador, porque saben que era él, el que ahora abandona el barco, el único responsable de ese sueño.
Sería lógico identificar a ese jugador con su nombre, pero me cuesta hacerlo porque siento vergüenza al pensar que Pau Gasol, el que les hizo soñar, ha sido abucheado por su afición de Memphis.
Algún día se hará justicia, y por las calles de la ciudad de Elvis, habrá alguien con una barba postiza, esperando una moneda, a cambio de recordarles al que un día les hizo sentirse importantes.”.

Ahora, algo más de cuatro años después, gran parte de los aficionados (en este caso de los lakers), condicionados por una absurda tendencia de los medios estadounidenses a cargar las culpas contra Pau Gasol, vuelven a criticar y a vilipendiar al jugador que ellos mismos habían alentado hace unos meses, reclamando para él su inclusión en las quinielas para ser elegido el MVP de la temporada regular.

Phil Jackson, el gran mito, el coleccionista de anillos de campeón, apenas está siendo criticado. Está por encima de eso. Es el año en que abandona los banquillos una leyenda del baloncesto y los americanos si algo saben hacer bien es cuidar su producto. Debe irse con todos los honores. Y así va a ser.

Kobe Bryant, la estrella del equipo, tampoco está saliendo mal parado. A los aficionados les ha quedado la imagen de un jugador combativo, capaz de sobreponerse a una lesión con tal de poder ayudar a su equipo, aún sin llegar a estar a su mejor nivel. Estos actos heroicos dan para mucho, incluso dan para ser la coartada perfecta a la hora de justificar su incapacidad para ganar partidos en el último tiro.

El resto de jugadores ni han estado ni se les espera. A la prensa no le serviría de nada centrarse en el bajo rendimiento de una plantilla, en donde no destaca ningún otro jugador realmente brillante. Quizás Andrew Bynum por sus esporádicas muestras de dominio en la zona o Lamar Odom por su reciente popularidad televisiva, podrían tener algún mordiente, si fueran criticados y expuestos públicamente ante el pueblo. Pero es mucho más productivo hacer sangre de Pau Gasol.

Ser europeo, blanco y culto, son características ideales para que la prensa americana practique el tiro al plato con él, sabiendo (y aprovechándose de ello) que su educación y su formación van a evitar declaraciones altisonantes que puedan echar abajo argumentos falsos y falacias ideadas para poder tener un cabeza de turco.

El cansino argumento de que no es un jugador duro cayó por su propio peso hace mucho tiempo. Alguien que supera claramente a Dwight Howard o a Kevin Garnett en unas finales de la NBA tiene que ser duro por concepto. Todo lo demás son falacias y opiniones que distorsionan la realidad.

Es verdad que Pau no ha estado a su nivel habitual en el final de temporada, pero lo mismo se puede decir de cualquiera de los integrantes del equipo. Las causas de ese bajo rendimiento probablemente sean diversas. Aunque la prensa estadounidense se esté centrando en temas extra-deportivos, no deberíamos obviar la nula capacidad de los Lakers para hacer llegar el balón a sus hombres interiores, la falta de tiro exterior o la poca aportación de los hombres de banquillo. Pero resultan más llamativas las posibles turbulencias entre parejas que los análisis estrictamente deportivos. Es la servidumbre del business.

Gasol debe ser fuerte. Encontrará las causas y las solucionará. Ya ha pasado por algo parecido cuando en sus años de Memphis le decían que no era un ganador, que no era un jugador en quién pudiera basarse un proyecto. Esos mismos agoreros son los que han repetido por activa y por pasiva estos últimos años, que los lakers habían vuelto a ser un equipo campeón gracias a la incorporación del español. Y ahora vuelven a bajarse del tren para hacerle el único culpable de lo que ha pasado. No hay que hacerles ni caso, no tienen criterio, los ventajistas son así, viven de la carroña, de la oportunidad.

Una nueva participación en el all-star, una temporada con promedio de 18,8 puntos y 10,2 rebotes, y 6 temporadas consecutivas con más de 18 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias por partido. Datos objetivos, libres de sectarismos, reales.

Tan reales como la inclusión de Pau Gasol por parte de la NBA en el 2º mejor quinteto de la Liga. Otro logro más. Resulta curioso que el jugador que está siendo sacrificado públicamente, esté considerado como uno de los diez mejores jugadores de la mejor liga del mundo. Me permito la licencia: United States is diferent!

No tengo ninguna duda acerca de Pau. Volverá más fuerte, más listo, más precavido. Cuando vuelva a demostrar todo su talento, será nuevamente agasajado, nuevamente subido a los altares para volverlo a tirar cuando sea necesario. Pero esta vez no lo pasará mal, habrá aprendido. Ahora es él quién ha despertado del sueño y sabe que nunca podrá bajar la guardia. Desagradecidos.

Al igual que hace cuatro años, pienso que algún día se hará justicia, y por las calles de la ciudad de Marilyn, habrá alguien caracterizado de Gasol, esperando una moneda, a cambio de recordarles al que un día entró por derecho propio en la historia de los de púrpura y oro.

martes, 10 de mayo de 2011

FIN DE CICLO PARA LOS LAKERS

Aquí os dejo mi nuevo artículo, sobre el papel de Phil Jackson en la debacle de los lakers,  que me han publicado hoy en www.ultimatenba.com.
                                                                        

Los Lakers han caído. La incapacidad de Phil Jackson para involucrar a los jugadores secundarios en la dinámica ganadora del equipo, ha hecho que para los dos pilares del equipo, Kobe Bryant y Pau Gasol, haya sido un imposible seguir haciendo historia con este grupo. Solo Andrew Bynum y Lamar Odom han aparecido para sumar por dentro en ocasiones puntuales, pero nunca han dado un paso al frente para paliar el mal momento del español.

La plantilla angelina ha sido muy corta toda la temporada, jugadores como Joe Smith, Luke Walton o Theo Ratliff ya se sabía que no contarían en absoluto, pero los que sí debían aportar al equipo y hacerse notar, tales como Shannon Brown, Steve Blake y Matt Barnes, han fracasado estrepitosamente. En esta serie ante Dallas, ha quedado demostrado una vez más, lo imprescindible de una segunda unidad potente para poder luchar por el título, y el banco angelino ha sido infinitamente inferior a los Jason Terry, Peja Stojakovic o Jose Barea.

Una vez consumado el fracaso, todos los titulares de la prensa hablarán de Gasol, aprovechando su sorprendente bajo rendimiento en estos Playoffs, es posible que algunos acusen a Kobe sacando a relucir su nulidad en los finales de partido, pero pocos saldrán dispuestos a poner el acento en el gran mito, en el Señor de los Anillos, el que a mi modo de ver, y a pesar de su gran carrera y de su legendaria historia de ganador, es el máximo responsable del fracaso de estos Lakers.

Phil Jackson ha sido el ejecutor de esta caída, y lo ha sido por su persistente decisión de hacer jugar al equipo sin base y sin alero. Durante la temporada regular, han podido disimular las carencias gracias a grandes partidos de sus dos estrellas, Kobe y Pau, pero en la postemporada han sido puestos en evidencia de forma cruel.

Primero fue Chris Paul quien hizo trizas a Derek Fisher, pasando de promediar en temporada regular 15,8 puntos y 9,8 asistencias a promediar en la serie contra los amarillos, 22 puntos y 11,5 asistencias, con triple-doble incluido. Además mejoró ostensiblemente en sus porcentajes de tiro llegando a un 54,5 % en tiros de dos y a un 47,4 % en triples.

La serie con los Mavericks ha sido aún mas sangrante si cabe, con un Jet Terry en plan estelar y un Barea volviendo literalmente loco al representante de los jugadores en la liga. Terry pasó de promediar un 36,2 % en triples en temporada regular a un 68,4 % en la Semifinales de Conferencia. Simplemente brutal, con un partido final de 9 de 10 en triples para escenificar claramente su papel de ejecutor e igualar un récord en la historia de las eliminatorias por el título. 

En la posición de alero, se ha contado como titular con Ron Artest, un especialista defensivo que teóricamente debía anular al alero rival aún a costa de no aportar prácticamente nada en ataque, aunque en ocasiones, no sólo no aportaba sino que incluso estorbaba. Pues bien, en la serie contra los Hornets, Trevor Ariza también mejoró sus promedios de liga regular de forma ostensible, haciendo inútil el supuesto trabajo defensivo de RonRon.

Pero donde ha vuelto a ser sonrojante la comparación en el puesto de small forward  ha sido en la serie contra Dallas, donde Stojakovic ha promediado más de un 50% en tiros de dos y de tres, con un final apoteósico de 6 de 6 desde los siete metros para acabar con la semifinal.

Derek Fisher ha sido incapaz de defender a cualquiera de los bases rivales, con lo que la sangría de puntos desde esa posición se ha hecho insostenible. Hay que sumar además su poca participación en el juego de ataque, ya que ni anota ni da asistencias. Así pues el base titular del equipo ni defiende, ni anota, ni pasa.
Debe ser muy buen orador en el vestuario, pero habría que preguntarle al maestro Zen por qué los angelinos no han encontrado solución a ese problema en diez partidos de Playoffs.

Ron Artest es otro de esos casos para que responda Tío Phil. Un jugador que juega de "3" en los campeones para únicamente defender y que en la realidad su par siempre acaba haciendo buen partido. A eso hay que sumar su poca anotación y su incapacidad para hacer lo que únicamente le pide su entrenador, molestar lo menos posible en el juego de ataque del equipo.

El resto de equipos que luchan por el anillo, cuentan con 3 jugadores o más que aportan siempre en diferentes facetas del juego o con un banquillo donde los que salen hacen que el equipo no baje en intensidad ni en rendimiento. En estos Lakers sólo Kobe y Pau pueden ejercer de estrellas. Odom y Bynum pueden hacer algunos buenos partidos pero en ningún caso asumen el liderazgo del equipo cuando fallan los jefes. Y eso es lo que ha pasado. Gasol no ha existido y Kobe no ha estado en su mejor momento físico. Ahí es donde el ganador de 11 anillos debía haberse hecho notar, pero esta vez no supo (o no quiso) sacarse nada de la chistera.

Phil Jackson debería haber visto esta situación hace meses y haber trabajado con su equipo para paliar las carencias que iban a salir a relucir de forma evidente en la postemporada. Sin embargo, no sólo no ha conseguido esto último, sino que sus mejores jugadores han llegado desorientados y desunidos, otro punto donde también él es el máximo responsable.

Adios Phil, que disfrutes de tu retiro, HAS SIDO el mejor, pero los árboles han acabado por no dejarte ver el bosque.