Desde hace unos días tengo la suerte de formar parte del proyecto creado y liderado por Juan Pedro Núñez, plasmado en una fantástica web de baloncesto llamada www.jordanypippen.com, en la que tengo el privilegio de contar con una sección llamada como este blog, 'Pase Extra', en la que intentaré opinar sobre baloncesto a mi manera y que espero que encontreis interesante.
Aquí os dejo el artículo con el que he estrenado la sección. Espero que os guste.
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Antes de nada, agradecer enormemente a Juan Pedro Núñez (@23Juanpe33) la confianza que ha depositado en mí creando esta sección llamada “Pase Extra”, para que pueda compartir con vosotros mis impresiones sobre el baloncesto en general y sobre la gran variedad de temas que genera el mundo NBA en particular.
Y
no se me ha ocurrido mejor comienzo para celebrar el estreno como web
de www.jordanypippen.com,
que analizar otro estreno que lleva ocupando las primeras planas en
las últimas semanas en el universo NBA: El de Mike D'Antoni
aterrizando en Los Angeles como nuevo entrenador jefe de los Lakers.
Tras la derrota en Semifinales de Conferencia de la
temporada pasada, la directiva de Los Angeles Lakers mantuvo como
entrenador a un discutido Mike Brown y optó por reforzar la
plantilla consiguiendo la llegada de Steve Nash y sobre todo de
Dwight Howard para darle un nuevo aire al equipo, que eso sí,
tendría que seguir sin Andrew Bynum en su nueva andadura.
Pero no ha funcionado. Tras 4 derrotas en 5 partidos,
Mike Brown ha tenido que hacer las maletas y dar paso (con un
interino Bickerstaff de por medio) a un nuevo rumbo en el que el
auténtico protagonista va a ser Mike D'Antoni y su run&gun.
Atractivo a priori, sin duda. Pero la gran pregunta es
si el estilo de juego del entrenador italo-americano es el que mejor
le va a estos Lakers actuales. Y aquí es donde se plantean varias
incertidumbres. ¿Se adaptarán los jugadores al libreto de D'Antoni
o será el entrenador el que se adapte a sus nuevos y talentosos
jugadores? La respuesta a la ecuación debe estar en el equilibrio.
Aunque parece que costará algo más de lo esperado.
Los equipos de D'Antoni intentan imprimir un ritmo muy
alto de partido en todo momento, procurando tirar en la primera mitad
de cada posesión. Entiende que con jugadores de primer nivel, está
asegurado un mínimo de un 40 por ciento de acierto en el tiro, y con
su filosofía de tiros rápidos, ese porcentaje se traduce en una
anotación final en torno a los 115 puntos por partido. Si el rival
quiere ganar, ha de meter más, y eso no es nada fácil.
Pero la fisonomía de estos Lakers es muy distinta a lo
que D'Antoni se ha encontrado hasta ahora en sus equipos. Por un
lado, tiene en su vestuario a uno de los jugadores que pasará a la
historia de este deporte. Un Kobe Bryant, que ejerce de líder tanto
dentro como fuera de la cancha y con una personalidad muy marcada, no
siempre fácil de manejar. Por otro lado, tiene a dos de los mejores
hombres grandes de la liga, que por nombre y juego requieren un
protagonismo difícil de contentar con un sistema de juego como el
que quiere implantar.
Pero no todo deben ser problemas. La gran baza de Mike
D'Antoni en esta aventura es el poder contar con su 'alter ego'
dentro de la pista. La presencia de Steve Nash debe facilitar la
circulación de balón y hacer que todos sus compañeros se
involucren en el juego, cosa que hasta ahora está siendo difícil,
sobre todo por lo que a los hombres altos se refiere. El hecho de que
el canadiense tenga unos cuantos años más de los que tenía cuando
coincidieron en Phoenix, puede parecer un handicap, pero en realidad
el papel de Nash en este equipo será muy diferente al que tenía en
aquellos Suns. En Los Angeles no tendrá la necesidad de anotar tanto
como lo hacía en Phoenix ya que esa función está bien cubierta por
otros jugadores. Aquí su máxima preocupación debe ser involucrar a
un Pau Gasol bastante perdido y sobre todo a un Dwight Howard,
considerado el mejor pivot de la competición y el hombre más
deseado durante los dos últimos años, que de momento está pasando
de puntillas por su andadura angelina.
Y ésto sí puede ser un problema. El futuro a medio
plazo de los Lakers se sustenta en que sean capaces de renovar a
Dwight Howard en verano y basar su reconstrucción en torno a él,
cuando Bryant decida su retirada o baje su rendimiento. Y ésto sólo
lo van a conseguir si se cumplen dos condiciones: que sean un equipo
ganador desde esta misma temporada y que Howard sea una pieza clave
en el juego, permitiéndole seguir en la cresta de la ola. Y a día
de hoy no parece cumplirse ninguna de las dos.
En realidad, una puede ser consecuencia de la otra. Si
Dwight Howard consigue retomar su protagonismo y volver a ser una
amenaza para los rivales, se crearán más espacios para los hombres
de fuera haciendo que los porcentajes suban, y por tanto, que el
equipo tenga más opciones de ganar partidos.
Y para que eso ocurra es básico que Steve Nash vuelva
al equipo y que aparezca el juego entre pívots que se preveía
cuando empezó la temporada. Tanto Nash con su visión de juego y su
capacidad para encontrar a sus compañeros en buenas posiciones, como
el talento de Pau Gasol en el poste para asistir, deberían hacer que
Howard campara a sus anchas por la zona rival. Pero ahora mismo ni
está Nash disponible, ni Gasol está jugando en el poste.
Y ese es otro de los problemas que debe resolver Mike
D'Antoni. Un jugador de siete pies, con facilidad para anotar y con
la capacidad de pase que tiene el español, no debe ser
desaprovechado ni puede ser un problema, sino todo lo contrario. Y es
el entrenador el que ha de aportar soluciones o decidir un traspaso
si no se ve capaz de ello.
Un traspaso, que una vez más vuelve a estar en boca de
todos y que hasta cierto punto es normal teniendo en cuenta el
salario del jugador y su poco protagonismo en el equipo. Jugadores
como Josh Smith y Amar'e Stoudemire ya han salido a la palestra por
ser considerados mas idóneos que el español para el sistema de
D'Antoni.
Pero lo que puede verse como solución puede convertirse
en un gran problema. Quizás sí puedan ser jugadores que desde un
primer momento se sientan más cómodos para correr y rendir en el
run&gun, pero desde luego, no tienen la capacidad de pase ni la
inteligencia colectiva del juego de Pau Gasol, con lo que el gran
perjudicado de ese traspaso podría ser Dwight Howard, ya que aunque
el equipo funcionara y ganara más partidos, sin duda, en ese ir y
venir de alta velocidad por la pista, él recibiría menos balones y
perdería protagonismo, poniendo en peligro su continuidad a final de
temporada.
Pero un traspaso no es la única solución. Todos
tenemos en mente el estilo de Mike D'Antoni con Shawn Marion y Amar'e
Stoudemire jugando por dentro a un ritmo endiablado marcado por Steve
Nash y hacemos inevitablemente la traslación a estos Lakers. Y es
ahí donde chirría la figura de Gasol. Pero no tiene porque ser así.
Primero, porque D'Antoni puede adaptar su estilo a los jugadores que
tiene y segundo, porque ya otras veces ha jugado con algún matiz en
sus sistemas, que nos hace ser optimistas a los que queremos que Pau
sea parte de este nuevo proyecto.
Una de las mejores temporadas de Mike D'Antoni en los
Suns, con un record de 61 victorias y 21 derrotas (sólo una victoria
menos que su mejor temporada en Phoenix), lo consiguió en la 06/07
con un equipo donde Steve Nash, Raja Bell, Shawn Marion, Boris Diaw y
Amar'e Stoudemire, asumían el rol principal.
Los Lakers actuales, si bien son diferentes a aquellos
Suns, podrían llegar a conformar un equipo con una fisonomía
parecida. Steve Nash repite al mando del timón haciendo que las
líneas maestras no varíen demasiado. Kobe Bryant ocuparía la
posición de escolta en lugar de un Raja Bell, que aunque es un
jugador interesante no puede compararse a 'La Mamba Negra' en casi
ninguna faceta del juego. Metta World Peace asumiría el rol de Shawn
Marion como hombre fuerte jugando por fuera y Dwight Howard podría
ser el interior atlético que necesitan, papel ejercido en su día
por Stoudemire.
Y Gasol? Evidentemente Pau es muy distinto físicamente
hablando a Boris Diaw, pero los dos tienen una característica en la
que coinciden: que son buenos pasadores. Y si Diaw le sirvió a
D'Antoni en aquellos Suns, sin duda ha de ser capaz de involucrar a
un tipo que pasa mejor, anota más, es más alto y tiene mas peso en
el equipo y en la liga que el francés.
D'Antoni no lo tiene fácil. Debe hacer funcionar en
poco tiempo a un equipo en el que no cabe la derrota y en el que
todos los focos estarán sobre él. Y no parece haber empezado con
buenas sensaciones, tras ser segundo plato tras el fichaje fallido de
Phil Jackson y la polémica del cruce de declaraciones con Pau Gasol.
De él depende que sus jugadores estén comprometidos.
Debe 'convencer' y no 'vencer' a su vestuario. Sólo así conseguirá
que su manido sistema sea efectivo y no tan sólo efectista. Y no
debe olvidar, que siempre, la mejor apuesta es el talento.
Bienvenido a los Lakers, Mike. Y que tengas suerte, la
vas a necesitar.
PASE
EXTRA:
A Kobe Bryant le quedan pocos años para retirarse y su único
objetivo es conseguir otro anillo antes de hacerlo. Aguantará la
paciencia de Kobe si Mike D'Antoni no consigue hacer un equipo
ganador en poco tiempo?