viernes, 17 de junio de 2011

TREINTA Y TANTOS


Hace ya algunos años, un amigo de los que el tiempo va alejando hacia el olvido, me espetó una curiosa frase que en aquel momento no tuvo la mayor trascendencia: “La circunstancia de la vida no es más que una penetración hacia el infinito”. No soy filósofo, ni tengo la menor idea de lo que significa, pero estos últimos días, la frase de marras me ha vuelto a la memoria a raíz de la renuncia de Jorge Garbajosa y Alex Mumbrú a la Selección Española de Baloncesto.

He vuelto a pensar en la dichosa frase, al darme cuenta de que varios de los jugadores de la Selección que nos ha dado más satisfacciones en los últimos años están llegando al final de su carrera deportiva. Muchos de ellos todavía están “en edad de merecer”, pero indudablemente el paso de los años va a hacer que tengan que asumir nuevos roles en sus equipos.

Jugadores como Pau Gasol, José Manuel Calderón o Juan Carlos Navarro han llegado (o están a punto de llegar, caso de Pau) a los 31 años en un nivel físico y de juego excelente. En ellos no se vislumbra ningún atisbo de declive ni de principio del fin. Al contrario.

Pero otros, como Carlos Jiménez (35), Jorge Garbajosa (33), Alex Mumbrú (32), Felipe Reyes (31), Berni Rodríguez (31), Raúl López (31) y Carlos Cabezas (30), todos ellos jugadores importantes en la Selección y en sus respectivos equipos durante estos años, empiezan a acusar la edad, los veranos sin descanso y el desgaste físico y mental que supone estar al más alto nivel durante mucho tiempo.

Este elenco de jugadores ha estado en todos los grandes logros del pasado reciente de la Selección desde 2006 (caso de Mumbrú, Garbajosa y Reyes), o en casi todos (Berni y Jiménez se perdieron el Eurobasket-09, Cabezas no estuvo en los JJOO de Pekín, y Raúl López sólo disfrutó de los Juegos y del último Eurobasket-09). Pero indudablemente, todo tiene un final y más en el mundo del deporte. Acudiendo a la recurrente frase del principio, todo jugador es hasta cierto punto circunstancial, temporal, pasajero, un grano en el infinito que supone la historia de cualquier deporte. Pero las cosas no acaban de hoy para mañana. Aunque algunos nos lo quieran hacer creer.

En este país tenemos la costumbre malsana de pasar de un día para otro del blanco al negro. Lo que ayer valía, hoy ya no vale. Y en el mundo del deporte ese hábito se magnifica aún más, creando no sólo injusticias, sino traicionando de forma cruel el historial deportivo de grandes campeones.

Lo podemos ver en todos los ámbitos. Mitos del deporte como Rafa Nadal o Fernando Alonso, que sin duda ya forman parte de la historia de sus respectivas disciplinas, ven continuamente puesta en duda su valía en función del último resultado, para volver a ser idolatrados (por sus mismos críticos oportunistas) pocos días después.

En el baloncesto, como en el resto de deportes, pasa exactamente igual. Pero lo que está ocurriendo con la generación de los chicos de oro y sus “hermanos mayores” nos duele especialmente a los que amamos este deporte.

Quizás sí sea cierto que jugadores como Jorge Garbajosa o Felipe Reyes no han tenido su mejor temporada, pero su valía para seguir jugando siendo importantes está fuera de toda duda y continúan siendo a día de hoy dos de los mejores cuatros del continente. Alex Mumbrú ha hablado fuerte y claro en estos play-offs sin necesidad de articular palabra, para desgracia de algunos y regocijo de muchos. Otros como Berni Rodríguez, Carlos Cabezas o Raúl López, pueden aportar mucho todavía y ser jugadores importantes allá donde el destino les lleve, aunque hayan desaparecido del firmamento mediático. Y por último, Carlos Jiménez, el más veterano de todos, sin duda al final de su carrera, se debe plantear si debe seguir sentando cátedra dentro o fuera de la cancha, cualquier elección será la correcta.

Todos ellos son grandes jugadores y grandes profesionales. Aún siendo evidente que no tienen la explosividad o el físico de hace unos años y sabiendo que quizás el rol a desempeñar en sus respectivos equipos debe cambiar, todavía conservan el talento y la inteligencia suficiente para ser piezas cotizadas y relevantes en cualquier aspirante a grandes logros.

Siguiendo el proverbio chino: “Pregunta al hombre con experiencia, no al hombre con estudios”, bien harían los dirigentes de los equipos de este país en no dejarse encandilar por nombres extranjeros y físicos imponentes carentes de fundamentos (los estudios del refrán) y apostar por la EXPERIENCIA de los que no hace tanto han sido anhelados y deseados por los mejores equipos de Europa.

3 comentarios:

  1. hola.quien te dijo esa frase o pensamiento tan profundo,me ha vuelto a gustar tus reflexiones sobre el tema,pues creo -y no es por darte la razon-que la tienes,pero no deberia ocurrir lo que has comentado,otra vez con ese punto de pluma de escritor deportivo.saludos.mona.hasta la proxima.

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  2. La verdad es que vivimos en la era de lo inmediato, de la moda pasajera. Particularmente y como abonado que soy del Bilbao Basket pienso que Mumbrú tiene cuerda para rato y que, ahora mismo, es el mejor 3 nacional. No sé si su decisión ha sido tomada sólo por su voluntad o si le habían dicho que no iba a ir al Eurobasket, pero creo que la selección le va a echar en falta, tanto por su juego como por su poder para hacer grupo y crear buena ambiente. Por el otro lado, celebro su renovación por el BBB y alabo la decisión tomada por la dirección del club

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  3. "Mitos del deporte como Rafa Nadal o Fernando Alonso, que sin duda ya forman parte de la historia de sus respectivas disciplinas, ven continuamente puesta en duda su valía en función del último resultado, para volver a ser idolatrados (por sus mismos críticos oportunistas) pocos días después".

    Que conste que yo los critico, pero luego no los idolatro.

    Fuera de coñas. Me encantan los artículos. Sigue así, campeón. Saludos hattrickeros.

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