sábado, 14 de mayo de 2011

EL DESPERTAR DEL SUEÑO

Hace algo más de cuatro años, un 29 de enero de 2.007 y todavía un año antes de que se hiciera realidad el traspaso de Pau Gasol a Los Angeles Lakers, emergía en los aficionados de Memphis Grizzlies un sentimiento de rabia hacia él, tras algunas declaraciones que manifestaban el deseo del jugador de formar parte de otro equipo con más aspiraciones.

Como aficionado a la NBA y seguidor del jugador español desde sus comienzos en esa competición, sentí la necesidad de plasmar mi indignación en un artículo que sigue perdido en un pequeñito blog por la red, caído en desuso, y firmado por LOBO, mi alter ego. Esto es lo que decía:

“EL DESPERTAR DEL SUEÑO.
La conducta humana algunas veces se manifiesta en su vertiente más irracional.
El mismo individuo que hace apenas un año vibraba con la posibilidad de que un integrante del equipo de su ciudad fuera seleccionado para disputar el all-star, ahora se levanta de su asiento para silbarle y proferirle improperios indignos de un amante del deporte.
El rendimiento deportivo a nivel individual del sujeto ultrajado, sigue siendo parecido al que le hizo debutar con los mejores en el mes de febrero del pasado año, lo que no ocurre precisamente con el resto de componentes del equipo.
Y es que los motivos que dan lugar a ese visceral comportamiento de los aficionados, pueden ser muy diversos, aunque todos acaban confluyendo en un sentimiento de frustración. Frustración por ver como el único jugador capaz de haber cambiado el histórico rumbo perdedor de su equipo, quiere marcharse en busca de un proyecto deportivo que le ofrezca la posibilidad de luchar por la gloria.
Es el miedo el que atenaza las neuronas de los aficionados, evitando así su normal comportamiento. El miedo a despertar del sueño de haberse convertido en un equipo ganador, porque saben que era él, el que ahora abandona el barco, el único responsable de ese sueño.
Sería lógico identificar a ese jugador con su nombre, pero me cuesta hacerlo porque siento vergüenza al pensar que Pau Gasol, el que les hizo soñar, ha sido abucheado por su afición de Memphis.
Algún día se hará justicia, y por las calles de la ciudad de Elvis, habrá alguien con una barba postiza, esperando una moneda, a cambio de recordarles al que un día les hizo sentirse importantes.”.

Ahora, algo más de cuatro años después, gran parte de los aficionados (en este caso de los lakers), condicionados por una absurda tendencia de los medios estadounidenses a cargar las culpas contra Pau Gasol, vuelven a criticar y a vilipendiar al jugador que ellos mismos habían alentado hace unos meses, reclamando para él su inclusión en las quinielas para ser elegido el MVP de la temporada regular.

Phil Jackson, el gran mito, el coleccionista de anillos de campeón, apenas está siendo criticado. Está por encima de eso. Es el año en que abandona los banquillos una leyenda del baloncesto y los americanos si algo saben hacer bien es cuidar su producto. Debe irse con todos los honores. Y así va a ser.

Kobe Bryant, la estrella del equipo, tampoco está saliendo mal parado. A los aficionados les ha quedado la imagen de un jugador combativo, capaz de sobreponerse a una lesión con tal de poder ayudar a su equipo, aún sin llegar a estar a su mejor nivel. Estos actos heroicos dan para mucho, incluso dan para ser la coartada perfecta a la hora de justificar su incapacidad para ganar partidos en el último tiro.

El resto de jugadores ni han estado ni se les espera. A la prensa no le serviría de nada centrarse en el bajo rendimiento de una plantilla, en donde no destaca ningún otro jugador realmente brillante. Quizás Andrew Bynum por sus esporádicas muestras de dominio en la zona o Lamar Odom por su reciente popularidad televisiva, podrían tener algún mordiente, si fueran criticados y expuestos públicamente ante el pueblo. Pero es mucho más productivo hacer sangre de Pau Gasol.

Ser europeo, blanco y culto, son características ideales para que la prensa americana practique el tiro al plato con él, sabiendo (y aprovechándose de ello) que su educación y su formación van a evitar declaraciones altisonantes que puedan echar abajo argumentos falsos y falacias ideadas para poder tener un cabeza de turco.

El cansino argumento de que no es un jugador duro cayó por su propio peso hace mucho tiempo. Alguien que supera claramente a Dwight Howard o a Kevin Garnett en unas finales de la NBA tiene que ser duro por concepto. Todo lo demás son falacias y opiniones que distorsionan la realidad.

Es verdad que Pau no ha estado a su nivel habitual en el final de temporada, pero lo mismo se puede decir de cualquiera de los integrantes del equipo. Las causas de ese bajo rendimiento probablemente sean diversas. Aunque la prensa estadounidense se esté centrando en temas extra-deportivos, no deberíamos obviar la nula capacidad de los Lakers para hacer llegar el balón a sus hombres interiores, la falta de tiro exterior o la poca aportación de los hombres de banquillo. Pero resultan más llamativas las posibles turbulencias entre parejas que los análisis estrictamente deportivos. Es la servidumbre del business.

Gasol debe ser fuerte. Encontrará las causas y las solucionará. Ya ha pasado por algo parecido cuando en sus años de Memphis le decían que no era un ganador, que no era un jugador en quién pudiera basarse un proyecto. Esos mismos agoreros son los que han repetido por activa y por pasiva estos últimos años, que los lakers habían vuelto a ser un equipo campeón gracias a la incorporación del español. Y ahora vuelven a bajarse del tren para hacerle el único culpable de lo que ha pasado. No hay que hacerles ni caso, no tienen criterio, los ventajistas son así, viven de la carroña, de la oportunidad.

Una nueva participación en el all-star, una temporada con promedio de 18,8 puntos y 10,2 rebotes, y 6 temporadas consecutivas con más de 18 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias por partido. Datos objetivos, libres de sectarismos, reales.

Tan reales como la inclusión de Pau Gasol por parte de la NBA en el 2º mejor quinteto de la Liga. Otro logro más. Resulta curioso que el jugador que está siendo sacrificado públicamente, esté considerado como uno de los diez mejores jugadores de la mejor liga del mundo. Me permito la licencia: United States is diferent!

No tengo ninguna duda acerca de Pau. Volverá más fuerte, más listo, más precavido. Cuando vuelva a demostrar todo su talento, será nuevamente agasajado, nuevamente subido a los altares para volverlo a tirar cuando sea necesario. Pero esta vez no lo pasará mal, habrá aprendido. Ahora es él quién ha despertado del sueño y sabe que nunca podrá bajar la guardia. Desagradecidos.

Al igual que hace cuatro años, pienso que algún día se hará justicia, y por las calles de la ciudad de Marilyn, habrá alguien caracterizado de Gasol, esperando una moneda, a cambio de recordarles al que un día entró por derecho propio en la historia de los de púrpura y oro.

1 comentario:

  1. Eres un crak. Me encanta la pasión con la que escribes y al mismo tiempo la gran cantidad de información que tienes sobre el tema que hablas. Sigue con tus comentarios. Saludos. Mona.

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