Os dejo el último artículo publicado el pasado día 1 de diciembre en mi Sección "Pase Extra" de www.jordanypippen.com. Espero que os guste.
Mal han empezado las
cosas para los flamantes Knicks de Nueva York en esta temporada
2013/2014, ya que tras 15 partidos de temporada regular poseen un
record de 3 victorias y 12 derrotas, lo que supone un pésimo inicio
para un equipo que había acabado la temporada pasada con un balance
de 54 victorias y 28 derrotas. Algo a tener en cuenta, ya que no lo
habían conseguido desde la temporada 1996/1997.
Tras el salto de
victorias que supusieron las 54 del curso pasado y haber llegado
hasta las Semifinales de Conferencia donde cayeron ante los Indiana
Pacers, se esperaba que esta temporada fuese la confirmación de
estos Knicks como uno de los aspirantes a colarse en la Final de una
Conferencia Este dominada con mano de hierro por los Miami Heat de
LeBron James.
Para ello, han asumido la
marcha de ilustres veteranos como Jason Kidd, Kurt Thomas o Marcus
Camby, como algo natural dentro de un proceso de renovación del
equipo, al que sin embargo ha llegado talento joven desde el draft,
personificado en la figura de Tim Hardaway Jr.
Para reforzar la defensa,
han conseguido también a un alero físico y aguerrido como Metta
World Peace, que estaba disponible tras haber sido amnistiado por los
Lakers, mientras que Steve Novak y Chris Copeland, que habían tenido
cierto protagonismo la campaña anterior, también han dejado el
equipo de la Gran Manzana.
Pero el movimiento mas
significativo de la franquicia este pasado verano ha sido la
incorporación de Andrea Bargnani. Si bien el rendimiento del
italiano estos años atrás no ha sido el que corresponde a todo un
número 1 del draft, es indudable que es un jugador que por sus
carácterísticas podría venirle muy bien a la fisonomía del
equipo. En un grupo donde el gran referente es un alero como Carmelo
Anthony, con una tendencia cada vez más pronunciada a jugar cerca de
la zona, un 4 abierto como Bargnani podría aprovechar perfectamente
ese intercambio de posiciones a que se vería sometido durante
algunas fases de los partidos, ya que es indudable que el ex de los
Raptors se caracteriza más por ser un tirador que no por pelearse en
la pintura.
El posible quinteto de
los del Madison Square Garden, no tenía mala pinta al comienzo de
temporada. Con Raymond Felton como base titular, Iman Shumpert en la
posición de escolta, Carmelo Anthony recuperando su original papel
de alero alto, Andrea Bargnani como ala-pivot abierto y Tyson
Chandler como pivot de referencia, prometían ser un equipo peligroso
en ataque, con la duda de si con esos mimbres conseguirían ser
sólidos en defensa. Con Prigioni para aportar su experiencia en los
minutos de descanso de Felton, J.R. Smith como sexto hombre, Metta
World Peace aportando un plus de defensa a la segunda unidad y
esperando que los minutos de Amare Stoudemire y Kenyon Martin fueran
suficientemente buenos, el pronóstico de cara a la temporada regular
era bastante halagüeno.
Pero precisamente Mike
Woodson, la figura que aglutinó la temporada pasada todo el talento
individual del que disponía y lo transformó en un equipo, parece
que en este comienzo de temporada regular se encuentra perdido en sus
planteamientos.
Diferentes lesiones en
hombres como Raymond Felton o Tyson Chandler, así como los partidos
de sanción que debía cumplir J.R. Smith, le han obligado a tener
que irse adaptando sobre la marcha y a tener que reinventar el cinco
inicial en varias ocasiones. Pero aún así, no se puede negar que
Woodson ha empezado con muchas dudas en la dirección del equipo.
En el partido que abría
la temporada en el Madison Square Garden contra los Bucks de
Milwaukee, Woodson alineó de inicio a su pareja de bases de
confianza, Felton y Prigioni, usando a Shumpert como alero y haciendo
que Carmelo Anthony siguiese la estela del curso anterior jugando de
4 abierto, con Chandler como único hombre verdaderamente interior
ocupando la zona. Los Knicks ganaron ese primer partido.
Desde ahí, Woodson
decidió que Pablo Prigioni saliera desde el banco e introdujo en el
quinteto a la flamante incorporación italiana, haciendo que Carmelo
volviera a su originario papel de “small forward” y dejando a
Bargnani como pareja de Tyson Chandler, hasta que este último cayó
lesionado en el cuarto partido de la temporada.
A partir de ese momento,
Woodson parece haber entrado en una espiral de probaturas que han
hecho que el equipo no haya encontrado todavía el camino a seguir.
Con la lesión de Chandler, la primera solución del entrenador ha
sido que Bargnani ocupara su sitio, bien jugando con dos bases, con
la vuelta de Prigioni al quinteto, o bien con la vuelta a los
terrenos de juego de J.R. Smith directamente como escolta titular,
desplazando a Shumpert a la posición de alero y a devolviendo a
Carmelo a la posición de 4 abierto.
Mientras tanto, las
derrotas han ido llegando y la sensación de barco a la deriva ha ido
creciendo. Aunque más que de un barco, podríamos hablar de un
transatlántico, si tenemos en cuenta que los New York Knicks son el
segundo equipo de la liga que mas paga en salarios tras sus vecinos
de Brooklyn.
Pero como todo lo que va
mal dicen que puede ir peor, tenía que llegar una inoportuna lesión
de Raymond Felton para que “Coach” Woodson perdiera
definitivamente el norte que no había encontrado en toda la
temporada. Con su base titular fuera de combate, decidió darle esos
galones al esloveno Beno Udrih. Pero además sintió la necesidad de
darle un par de vueltas de tuerca a la rotación, por si aún no
había sido suficiente. En ese ataque de entrenador, y obligado por
la necesidad imperiosa de empezar a ganar partidos, Woodson ha vuelto
a hacer una serie de ajustes que parecen los definitivos hasta el
momento. J.R. Smith vuelve a salir desde el banquillo recuperando el
rol de la temporada pasada y Kenyon Martin ha ocupado el sitio que
había dejado Tyson Chandler, haciendo que Andrea Bargnani pase a
jugar como cuatro y Carmelo vuelva a la posición de alero. Mención
especial para el italiano, que sorprendentemente ha hecho mejores
números de los esperados, pero es indudable que adolece de esa
consistencia física de la que hace gala “Bruto” Martin en la
posición de pívot.
Y toda esta ensalada de
entradas y salidas en el quinteto inicial, del que a pesar de un
rendimiento más que discreto nunca ha salido Iman Shumpert, ha
estado salpicada con aportaciones esporádicas de un Amare Stoudemire
que quiere y no puede volver a ser el de antes, con un Metta World
Peace bastante desdibujado y con un Tim Hardaway Jr. mas preocupado
por el momento de destacar a nivel individual que de servir realmente
al equipo. Cosas de rookies...
En definitiva, un sinfín
de cambios en la rotación, por unas causas o por otras, que ha
llevado a los Knicks a tener un record de victorias y derrotas
impensable a estas alturas de la temporada y que hace obligado
replantearse seriamente el presente y el futuro de la franquicia.
Y no hay duda de que el
presente se antoja bastante negro. Un equipo con la inversión de
estos Knicks y con un jugador como Carmelo Anthony abanderando el
proyecto, tiene que tener como objetivo luchar por el anillo. Y es
evidente que eso ahora mismo es imposible. Y no sólo por el mal
comienzo de temporada, que también, sino por que a nadie se le
escapa que este equipo sería un juguete en manos de los grandes
tiburones del Este como Miami e Indiana. Y con un recorrido hacia el
título capado de antemano y los salarios desorbitados que tiene que
pagar, se ha convertido en un proyecto caduco que se hundirá cada
vez mas en las aguas del Este por cada minuto que pase sin que tomen
la decisión de ejecutar una reconstrucción total.
Porque esa reconstrucción
tiene que ser esta misma temporada si quieren tener una mínima
oportunidad de volver a la élite en un plazo de tiempo medianamente
corto. Y hay muchos argumentos que refuerzan la necesidad de esa
inmediatez.
Uno de ellos es la
fantástica camada de jugadores jóvenes que pueden estar disponibles
en el próximo draft. Y por suerte o por desgracia, New York está
ahora mismo en disposición de optar a alguno de esos proyectos
debido al pésimo record con el que han empezado. Todo es cuestión
de si están dispuestos desde la zona noble del Madison a seguir los
pasos necesarios en forma de traspasos para favorecer el escenario de
un presunto “tanking”...
Otro argumento de peso
reside en la gigante figura de Carmelo Anthony. Con 29 años y con la
posibilidad de ser agente libre el próximo verano, dudo mucho que
opte por seguir en un proyecto sin rumbo y limitado en lo económico
para involucrar a nuevas piezas que pudieran hacer al equipo mas
competitivo. Carmelo se encuentra ante su último gran contrato por
el máximo y sabe que el tiempo se le acaba. Mientras compañeros de
su misma generación y estatus adornan sus manos con varios anillos,
él aún no ha encontrado el sitio que le permita luchar por él de
forma clara. Y los Knicks no están en disposición de ofrecérselo a
corto plazo.
La decisión es dolorosa
pero necesaria. Carmelo debe salir traspasado en febrero para que los
Knicks consigan a cambio talento joven o rondas del próximo draft.
No lo tendrán fácil, pero también puede haber equipos importantes
sin margen para ficharlo como agente libre, que sin embargo estén
dispuestos a un traspaso a cambio de jugadores que acaben contrato y
liberen espacio salarial. No aportarían sangre joven pero siempre
suele haber buenas oportunidades en el zoco de la NBA.
Y llegados a este punto,
es evidente que jugadores de calidad y con salarios asumibles como
los de Andrea Bargnani, J. R. Smith o Raymond Felton, no serían
difíciles de colocar en el mercado. Más complicado sería el
salario de Tyson Chandler, pero un “Center” de su nivel siempre
es bienvenido en un “contender” y no tendría que haber mayores
problemas para sacar a cambio algo interesante.
Incluso el último año
de contrato de Stoudemire puede convertirse en un “expiring” mas
que interesante para algún equipo en las profundidades de la
clasificación que no se vea favorecido en el draft, pero sería una
solución mas probable de cara a a febrero de 2015.
Es cierto, que si los New
York Knicks ejecutan el proceso que lleve a la reconstrucción total,
el equipo deportivamente hablando se convertirá en un solar, como
vulgarmente se dice, pero quién dice que no lo es ahora mismo...
Con un poco de suerte en
el draft y una buena gestión en los despachos, punto este último
que nunca está asegurado cuando se trata de los Knicks, en el mítico
Madison Square Garden podrían volver a ilusionarse antes de lo que
parece con volver a meterse en la pomada. No olvidemos que New York,
siempre ha sido un lugar muy atractivo para los agentes libres y los
propietarios de la franquicia han demostrado en mas de una ocasión,
que si bien en lo deportivo tienen carencias, a la hora de pagar lo
hacen muy bien.
Los barcos están hechos
para navegar aunque a veces queden embarrancados cerca de la orilla.
Se trata de tener suerte con la tripulación y que el capitán
acierte en sus decisiones durante la tormenta. El transatlántico de
los Knicks sin duda llegará a buen puerto, pero necesita hacer
escala para avituallarse y enrolar en su tripulación a nuevos
marineros. Y que el viento les lleve...
PASE
EXTRA: Lionel Hollins se encuentra sin equipo tras hacer una
muy buena labor con los Memphis Grizzlies. No sé si tiene las
credenciales para ser Capitán de barco pero siempre se le podría
preguntar...